El CF Gandia cayó ayer, por la mínima, en el partido de ida de la eliminatoria que disputa con el Castellonense para el ascenso a la Tercera División. Pero bien es cierto que consiguió evitar, pese a las muchas dificultades que le puso el equipo local, que el marcador fuese más abultado y, así, dejar el desenlace final de la eliminatoria para el partido que el domingo que viene se disputará en el estadio Guillermo Olagüe.
El envite fue lento durante la primera parte, cuando ambos contendientes trataron de nadar y guardar la ropa con intentos de sorprender al rival y poder hacer algún tanto. Eso no ocurrió y los dos llegaron al descanso sin batir la portería rival.
En el segundo tiempo el panorama cambió por completo. El Castellonense, consciente de que jugaba en casa y de que necesitaba marcar para tener esperanzas de superar la eliminatoria, apretó el acelerador buscando la victoria. Así, a los 5 minutos consiguió el gol, muy protestado por la posible situación en fuera de juego del jugador que marcó. Tanto es así que en esas protestas el árbitro expulsó al gandiense Carles Siscar, obligando al equipo blanquiazul a afrontar casi toda la segunda mitad con inferioridad numérica.
En esa situación lo importante era evitar encajar más goles sin renunciar, prudentemente, a igualar el marcador. Esto último no se consiguió, y el envite concluyó con un cierto ambiente bronco, incluyendo otra expulsión de un jugador gandiense, Brines, a consecuencia de una entrada a un rival en jugada que tuvo lugar en el centro del campo.
Con dos hombres menos sobre el terreno de juego, en los últimos minutos en el CF Gandia todos desearon que sonara el pitido final sin novedades en el marcador y, así, conjurarse para remontar ese resultado adverso en el partido del domingo próximo.
La tensión acumulada hizo que se produjeran algunos enfrentamientos entre jugadores minutos antes y después de que el árbitro diera por concluido el envite.
Aunque va a jugar en casa y contará con el apoyo de su afición, para el domingo que viene el Gandia no lo tiene fácil. Los dos expulsados ayer, Carles Siscar y Brines, no podrán ser alineados, lo que genera un problema al técnico Adrián Ferrandis porque se trata de dos fijos en su esquema.
