El Ayuntamiento de Xeresa se ha dado cuenta de que el puente inaugurado en diciembre de 2020, que salva el acceso a la autopista y la vía del tren, no reúne las condiciones de seguridad requeridas para los viandantes y los ciclistas. Y es así porque se ha producido algún que otro susto pese a que el propio ayuntamiento ha limitado la velocidad máxima de los vehículos.
El acceso, que parte desde el polígono industrial y concluye en el caminàs del marjal, carece de arcenes y, a criterio de la alcaldesa, Anabel Peiró, lo mejor sería llevar a cabo una ampliación que garantice la seguridad y reduzca el riesgo de accidentes. Porque la primera autoridad recuerda que cuando se ejecutó el proyecto, por 2,4 millones de euros, ya señaló que el diseño no la dejaba satisfecha.
Por ese motivo, la alcaldesa acaba de visitar el acceso con representantes de la Demarcación de Carreteras y explicarles la propuesta de ampliación del puente con la intención de convertirlo en apto para peatones y ciclistas.
Según señala la primera autoridad local, desde el Departamento de Conservación y Explotación de Carreteras de la provincia de Valencia, Javier Soler ha manifestado la necesidad de conseguir la ampliación y que técnicamente la propuesta es viable. Dice Anabel Peiró que no aceptarían dejar el puente con una sola dirección y establecer el carril bici y peatonal en el otro porque son muchos los agricultores que lo usan, en ambos sentidos, para ir a sus tierras.
«Es necesario luchar por esa infraestructura y conseguir una movilidad segura y sostenible», explicó la alcaldesa, quien también piensa en el futuro incremento de ciclistas y viandantes si, como está previsto, el marjal gana puntos como espacio de visitas ambientales. «Las primeras acciones están teniendo buena aceptación y podemos ser optimistas de cara a una solución en un futuro próximo», concluye Peiró.
