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Los planes contra incendios ya están en vigor en 20 de los 31 municipios de la Safor

La Generalitat dio luz verde en mayo a los documentos de Almoines, Beniarjó y Rafelcofer

Fuego en las montañas durante el incendio forestal que tuvo lugar en la zona de Marxuquera en agosto del 2018. | XIMO FERRI

Zamora aún llora, y lo hará durante mucho tiempo, el devastador incendio forestal que ha acabado con su Sierra de Culebra y en Navarra tampoco se han recuperado todavía de los siniestros que acaban de sufrir. En Gandia, cuatro años después, aún son evidentes las huellas del tremendo fuego que se llevó por delante más de 1.000 hectáreas en Marxuquera, causando daños en decenas de viviendas. La tarde del jueves, Oliva tuvo un «sustet» con un pequeño fuego en la montaña de Santa Anna, y el verano apenas acaba de empezar.

Los incendios forestales son causantes de impresionantes desastres naturales y en la Safor existe una gran extensión de monte y tesoros naturales que es necesario proteger.

Por ese motivo, los municipios de la comarca siguen aprobando sus Planes de Prevención de Incendios Forestales. A día de hoy, 20 de las 31 localidades, un 64,5% del total, ya cuentan con ese documento que busca ser una guía, en primer lugar para fijar actuaciones que sirvan para evitar que se produzcan y propaguen los fuegos y, en segundo, sobre cómo actuar en caso de que eso ocurra.

Los últimos en aprobar sus planes han sido Almoines, que lo hacía hace un mes, a mediados del mes de mayo. Esta localidad ha seguido el mismo paso que Rafelcofer y Beniarjó, que también recibían la aprobación por parte de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ese mes.

Con estos, los pueblos que ya disponen de este plan, además de los ya citados son Alfauir, Almiserà, Barx, Benifairó de la Valldigna, Benirredrà, Castellonet de la Conquesta, Gandia, la Font d’en Carròs, Llocnou de Sant Jeroni, Oliva, el Real de Gandia, Ròtova, Simat de la Valldigna (que lo aprobó en 2011), Tavernes de la Valldigna, Villalonga, Xeraco, Xeraco.

Cada localidad tiene una casuística distinta en función de la masa forestal que atesora. Según la ley, los municipios que están obligados a disponer del Plan de Prevención de Incendios Forestales son aquellos que cuentan con una superficie continua mayor de 500 hectáreas de terreno forestal.

Las que forman parte de este grupo son Gandia, Villalonga, Simat de la Valldigna, Barx, Benifairó de la Valldigna, Oliva, Tavernes de la Valldigna y Xeraco y todas ellas ya lo tienen aprobado.

El resto no están obligadas pero pueden disponer de él siempre y cuando su superficie sea inferior a las 500 hectáreas de terreno forestal.

A los pueblos que ya tienen su plan aprobado se suman aquellas que en estos momentos lo han entregado ya a la Conselleria pero aún está en tramitación. En esta situación se encuentran Piles y l’Alqueria de la Comtessa, mientras que otras como Palma de Gandia, Daimús, Miramar, Guardamar de la Safor, Beniflà o Bellreguard aparecen como pendientes en los registros de la Generalitat. Palmera es el único municipio de la comarca de la Safor que, por sus características está exento de contar con este documento de protección contra incendios forestales.

Cortafuegos y limpieza de montes

Los planes de prevención de incendios incluyen toda una serie de actuaciones de protección de los montes para evitar que, en caso de que se genere un fuego, bien de forma fortuita o provocada, eviten que se propague sin control. Este tipo de acciones pasan por la creación de cortafuegos, limpieza de la maleza que aparece en los montes y la suciedad que se deposita por parte de las personas. El documento también incluye las acciones en propiedades privadas para evitar que parcelas abandonadas se conviertan en polvorines en caso de que surja un fuego.

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