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Cien años del Corazón de Jesús

Impulsado por el alcalde Joaquín Ballester y el jesuita Carlos Ferrís, quería emular al del Cerro de los Ángeles, en Getafe

Cien años del Corazón de Jesús |

Este viernes, 24 de junio, se cumplieron cien años de la inauguración del monumento al Sagrado Corazón de Jesús, emplazado en el término municipal del Real de Gandia, en una de las faldas de la sierra Falconera. Se trata de un recinto poco conocido por las actuales generaciones, pero que tuvo su época de esplendor como lugar de culto y, obviamente, una historia que resulta apasionante.

Cien años del Corazón de Jesús | ARXIU HISTÒRIC MUNICIPAL DE GANDIA

Este es, además, el segundo monumento de estas características en España, ya que fue concebido y construido para imitar al que hay en Getafe, en el Cerro de los Ángeles. El obelisco madrileño, de 28 metros de altura, fue inaugurado en 1919 por el rey Alfonso XIII y su esposa, la reina Victoria Eugenia. En ese acto, entre religioso y político, se consagró el Reino de España a esta devoción.

Cien años del Corazón de Jesús

Con muchos detalles, la historia del monumento la repasa Juan Bautista Solbes en el último número del Passio, la revista de la Semana Santa de Gandia. Cuenta Solbes que cuando se inauguró el monumento de Getafe «el entonces alcalde de Gandia, Joaquín Ballester, se encontraba en Madrid con motivo de una reunión confederada de sindicatos obreros que se consagraban al Sagrado Corazón de Jesús, y don Joaquín quedó impresionado y pensó en hacer lo mismo en Gandia».

A su regreso a Gandia lo comentó con el padre jesuita Carlos Ferrís, y este aceptó, si bien con la condición de que el monumento representara no solo a Gandia, sino al conjunto de los municipios de la llamada Horta de Gandia, que entonces eran 29.

Cien años del Corazón de Jesús

Corría el año 1920. Se creó entonces una Junta Promonumento para financiar las obras, presidida por el abad de la Colegiata de Gandia, José Sancho, e integrada por varios notables de la ciudad, de diversos sectores, incluso el representante de la compañía que explotaba el ferrocarril de Alcoi al puerto de Gandia. El emplazamiento escogido fue el Real de Gandia, al considerar sus promotores, Ballester y Ferrís, que debía tener esa vocación comarcal y era además un centro geográfico ideal para la llegada de feligreses.

Cien años del Corazón de Jesús

La cosa cogió impulso con motivo del primer aniversario de la consagración de España al Sagrado Corazón por Alfonso XIII. En mayo de 1920 el Ayuntamiento de Gandia también aprobaba esa advocación con respecto a la ciudad. El dinero salió de donaciones públicas y privadas, entre ellas por los caballeros de la congregación creada al efecto, así como por cuestaciones populares. Las obras empezaron en junio de 1921. El coste final fue de 35.000 pesetas de la época. Un dineral.

De forma paralela se trabajaba en el obelisco. El escultor valenciano José María Ponsoda elaboró una talla en yeso del Cristo, que sería más tarde reproducida en piedra de sillería procedente de las canteras de Oliva, obra del artista Francisco Cerdán. La imagen tenía 3,15 metros, y, sobre el pedestal se situaba a 15 metros de altura. La inauguración tuvo lugar el 24 de junio de 1922, con la bendición del entonces arzobispo de València, Juan Reig Casanova.

El proyecto inicial, relata Solbes, «se completó con un vía crucis, un convento de clausura de las Carmelitas Descalzas, una gruta de la Virgen de Lourdes y un altar, y más tarde, en 1924, con una capilla delantera debajo del obelisco». También se plantaron pinos en los alrededores para generar sombra y favorecer las peregrinaciones y actos de fervor.

Pero llegó la Guerra Civil. Y, como también pasó en el madrileño Cerro de los Ángeles, el monumento del Real de Gandia fue dinamitado por milicianos republicanos. Era el 7 de agosto de 1936. De aquella acción sólo se salvó la cabeza de la estatua.

Tras la guerra el monumento se reconstruyó, en 1942, con un obelisco de 21,60 metros, una imagen de 3,30 metros, obra de Elías Cuñat, y una capilla. Avanzamos en el tiempo hasta el 13 de abril de 1974, cuando un rayo tumbó el obelisco, y este a su vez hundió la capilla y el convento. Hubo quien lo interpretó como un castigo divino por «la proliferación de discotecas y biquinis» de aquella España que, entre los últimos alientos de Franco, avanzaba hacia la «modernidad».

Dos años más tarde, aunque el número de devotos ya había caído considerablemente, se lograron recaudar fondos para volverlo a levantar, pero sin capilla. Ese tercer monumento fue bendecido el 27 de junio de 1976, con una misa presidida por el obispo auxiliar de València, José Gea Escolano, natural del Real de Gandia.

En ese año ya se equipó con un pararrayos, pero esto no evitó que otra tormenta eléctrica lo destruyera, el 30 de septiembre de 1989. Fue reconstruido por Mármoles Artísticos Chover. La actual talla del Corazón de Jesús tiene 4,20 metros, y es de piedra procedente de las canteras de Novelda. Las obras acabaron el 2 de junio de 1990, y al día siguiente fue nuevamente bendecido por el abad de Gandia, Alberto Caselles.

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