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Bolomor aflora su riqueza con más de 5.000 restos hallados en una semana

Los restos pertenecen a animales como ciervos, uros o caballos que comían los habitantes de la cueva hace 125.000 años

Las piezas recuperadas en el yacimiento del Bolomor, perfectamente clasificadas. | LEVANTE-EMV

Son ya 32 años de excavaciones y la Cova del Bolomor, la importante joya prehistórica de Tavernes de la Valldigna, sigue ofreciendo muchas sorpresas. Si el año pasado se hallaron evidencias de una gran riada en la zona hace 125.000 años que tuvo sus efectos en la geología de la cueva y afectó a parte de los depósitos sedimentarios del inicio del Pleistoceno Superior, en la de este verano, que arrancó hace apenas diez días, ha sorprendido la enorme cantidad de piezas arqueológicas que se han hallado.

Un maxilar de ciervo hallado hace unos días. | LEVANTE-EMV

El yacimiento, uno de los más importantes de Europa, sigue aflorando su riqueza y sus hallazgos suponen una gran aportación científica sobre los primeros humanos. No en vano, Bolomor es uno de los referentes a nivel continental para el estudio del uso controlado del fuego.

El concejal Josep Llàcer visitó los trabajos en el yacimiento. | LEVANTE-EMV

Como explica el arqueólogo jefe del yacimiento, Josep Fernández, durante los primeros días de campaña, que arrancaba el pasado 18 de julio, se recuperaron más de 5.070 restos arqueológicos. Se trata de un hecho extraordinario, ya que no es habitual que se recuperen tantas piezas, y mucho menos en tan poco tiempo desde el inicio de las excavaciones anuales.

Los restos recuperados son, en su mayor parte, huesos de animales y demuestran, según señalaba Fernández en conversación con Levante-EMV, que los trabajos se encuentran en un nivel, el cuatro, donde hubo una ocupación muy larga, «de las más fuertes de todo el yacimiento», señalaba. «El hecho de que exista tanto material arqueológico significa que aquí se estableció un campamento grande», indicaba Fernández.

El mayor porcentaje de restos pertenecen a cérvidos, que suponen el 38%, mientras que de tortugas se han hallado el 30%. El 28% provienen de uros, también conocidos como «bos primigenius», y hay un 4% de caballos. También se han hallado restos de búfalos, rinocerontes o hipopótamos.

Se trata de los animales que comían los habitantes de la cueva hace 125.000 años, y también se han encontrado restos de los instrumentos de piedra que utilizaban para cazarlos y prepararlos. Estos hallazgos ofrecen mucha información a los investigadores sobre el tipo de dieta de los habitantes de Bolomor.

No se han recuperado, por el momento, restos humanos, aunque, según Fernánez, es algo que no se descarta, ya que «en los años 90, en este mismo nivel se encontraron bastantes restos humanos», apuntaba.

Lo que sí que confirmaba es que es, de las últimas campañas, la que más restos se están recuperando.

Los trabajos se llevarán a cabo hasta el próximo 5 de agosto, viernes, y, una vez cerradas las puertas de la Cova del Bolomor, empezará el trabajo en el laboratorio para analizar y catalogar todas y cada una de las piezas recuperadas.

El Ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna lleva años trabajando por que la cavidad se convierta en un atractivo que atraiga visitantes a la localidad. Hace unas semanas, el ministro de Cultura, Miquel Iceta, pedía la creación de un consorcio para la gestión del Bolomor y, en ese caso, estudiar posibles aportaciones económicas.

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