¿Cree que los ayuntamientos se están implicando en el bienestar animal, entendido como servicios a propietarios de mascotas?
Sí, es un fenómeno reciente, de hace pocos años. Nosotros hemos ido a competir a países como Alemania o Bélgica, y allá creo que están más avanzados en cuanto a cultura canina, que estamos introduciendo poco a poco en España. Creo que son iniciativas que han partido tanto de la sociedad como de los políticos, diría que al 50%.
¿Cómo están los parques caninos de la comarca?
En general están bastante bien. Yo pondría más aparatos, porque los parques caninos están pensados para que pueda interactuar el dueño con el perro, y no para que el dueño suelte al perro a correr y él se siente en un banquito a mirar el móvil. Los de Gandia son muy grandes, y también hay otro gigante en la playa de Daimús. También es necesaria una limpieza constante, reforzarla constantemente, porque son focos de infección, pero también pedir a los propios humanos que no los ensucien.
¿Puede sustituir un paseo?
Sí, además es mucho mejor, el perro tiene espacio para correr, no va atado con la correa, socializa con otros animales... Son una pasada, porque el perro está totalmente en libertad.
¿Ha aumentado en los últimos años la demanda de centros de ocio caninos?
Sí. Yo llevo diez años en el mundo del perro y veo que los dueños buscan servicios como guarderías para que los perros pasen el día mientras hacen ejercicio, adiestramiento, formación para tener a una mascota en casa o incluso para competir... Con la pandemia la gente se ha dado cuenta de que dedicándole más tiempo, el perro responde.
¿Qué le parece el proyecto de ley de bienestar animal?
De entrada me parece bien endurecer las penas para el maltrato animal, y deberían ponerse muchas más condenas por estos delitos.