El acceso a la urbanización de La Llacuna, en la localidad saforense de Villalonga, sigue prohibido. Los servicios de coordinación de emergencias mantienen el desalojo decretado ayer para las alrededor de 400 viviendas que hay en esa zona, que en el momento de la salida estaban ocupadas por unas 1.000 personas. El ayuntamiento, a través de las redes sociales, mantiene informados a los vecinos y las vecinas.

En estos momentos, y después de que durante la noche cambiaran las condiciones meteorológicas, el fuego no ha llegado al término municipal de Villalonga. El alcalde, Román Garrigós, ha explicado a Levante-EMV que durante la mañana la situación ha sido mejor que anoche. "A última hora el humo estaba muy condensado y apenas dejaba respirar pero ahora mismo no se ve nada de humo en la Llacuna y existe una tranquilidad relativa", indicaba desde el mismo alto de la Llacuna.

Como ya se preveía, el ayuntamiento no ha tenido que realizar a ningún realojo debido a que la inmensa mayoría de las viviendas que se encuentran en la urbanización son segundas residencias. "El incendio sigue en los mismos puntos de ayer noche, sin riesgo a no ser que cambie el viento, pero están los equipos de extinción trabajando en esta zona, por estos motivos les pedimos su colaboración no accediendo a La Llacuna", indican desde el ayuntamiento a través de las redes sociales.