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Oliva proyecta la pasarela más larga de las playas valencianas

El paseo discurriría entre la orilla del mar y las dunas, que están protegidas

Los «muntanyars» o dunas de la playa de Oliva, que es un espacio protegido, en un tramo donde se construiría la pasarela. | LEVANTE-EMV

El Ayuntamiento de Oliva quiere disponer de la pasarela de madera más larga de cuantas existen en las playas de la Comunitat Valenciana si se suman los tres tramos que se han incluido en un singular proyecto que el consistorio pretende financiar con los fondos Next Generation de la Unión Europea.

La reunión en la que se planteó el proyecto. | LEVANTE-EMV

La pasarela, que sumaría 6,5 kilómetros, cumpliría varios objetivos fijados por el ayuntamiento. En primer lugar, ofrecer más calidad y atractivos al producto turístico de la ciudad. En segundo lugar, apostar por la sostenibilidad y los proyectos ambientales. Y, finalmente, garantizar la conservación de las dunas litorales, también llamadas «muntanyars» en esta localidad, que están protegidas por la ley por ser un espacio sensible donde, entre otras especies nidifica el popular corriolet.

Una imagen aproximada de la pasarela, si bien sería elevada. | LEVANTE-EMV

Ana Morell, vicealcaldesa de Oliva, explicaba ayer, a preguntas de este periódico, que ya se ha mantenido una reunión con el director general de Turismo de la Generalitat, Erik Campos, a quien le trasladaron la idea antes de plasmarla sobre el papel. En ese encuentro, al que también acudieron los concejales de Turismo y Planeamiento Urbanístico, Kino Calafat y Miguel Monzonís, respectivamente, el concepto fue bien acogido y entonces se encargó el trabajo a los técnicos.

Groso modo, la pasarela, reservada a caminantes, bicicletas y vehículos de personas con limitaciones de movilidad, tendría dos metros de anchura y discurriría elevada para preservar las dunas. El primer tramo, de 1.694 metros, discurre entre el término municipal de Piles y el puerto del Club Náutico olivense. Salvando la zona urbana de Pau Pi, el segundo tramo va desde l’Aigua Morta a la desembocadura de la Sèquia del Vedat, y dispone de 1.792 metros. El tercero y último discurriría desde el Vedat hasta el río Molinell, en el linde con el término municipal de Dénia.

El conjunto del proyecto, de una gran singularidad, permitiría pasear junto a las dunas sin tocarlas y sin dejar de ver el mar, de ahí que el diseño contemple la elevación de la estructura entre uno y dos metros.

En el plan de turismo sostenible

El concejal Monzonís añadía que la idea viene forjándose desde el principio de esta legislatura y se incluyó en el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino aprovechando que la playa de Oliva carece de paseo litoral en muchos tramos y de que hoy resulta imposible construir esas infraestructuras con hormigón. La pasarela garantizaría, o al menos así lo interpretan técnicos y políticos, el aprovechamiento de un recurso tan importante como son las playas sin poner en riesgo el singular ecosistema en el que se asientan.

«Este es el modelo que en muchas otras actuaciones estamos aplicando, la de una Oliva más verde y sostenible», explicaba la vicealcaldesa Morell, quien añadía que cualquier proyecto que ahora se diseñe debe cumplir esa filosofía de «construir una ciudad amable y humanizada».

No hay fecha para acometer esta obra y, evidentemente, ahora está a merced de que se pueda acceder a dinero de los fondos Next Generation, pero sí hay un posible calendario de ejecución. El primer tramo, el más corto, estaría en solo cuatro meses. El segundo se haría en ocho, y el tercero en nueve.

Los promotores de esta pasarela peatonal sueñan con que, si sale adelante, se pueda disfrutar en el verano de 2024 o, a lo sumo, en el siguiente.

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