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"Pondremos todos los recursos para dar la mejor acogida a estas personas"

En la acogida también participa la Policía Nacional española

La consellera Gabriela Bravo abraza a una joven ucraniana, ayer en el albergue Mar i Vent de Piles. A la derecha, con otros acogidos y policías nacionales españoles. | LEVANTE-EMV

El enorme dispositivo que la mayoría de países de la Unión Europea ha puesto en marcha para responder a la emergencia de los millones de refugiados que ha generado la invasión rusa en Ucrania tiene en la localidad de Piles, en la Safor, un aspecto singular.

«Pondremos todos los recursos para dar la mejor acogida a estas personas»

Porque hasta el albergue Mar i Vent, gestionado por la Generalitat Valenciana, se han desplazado 32 niños y niñas, todos ellos hijos de policías ucranianos, que han podido disfrutar así de quince días de vacaciones. Dos semanas en los que puedan ejercer libre y tranquilamente como lo que son, niños que, de una u otra manera, también sufren las penurias, la inseguridad y la incertidumbre en la que se ha visto sometido su país por la decisión de Putin.

Ayer, en otro gesto más de la amplia solidaridad institucional, la Consellera de Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo, acudió a ese albergue de playa que, desde la invasión de Ucrania, se destinó a centro de atención temporal de emergencias para poder acoger a personas refugiadas que huyen de la guerra.

Con esa finalidad el Institut Valencià de la Joventut (IVAJ) cedió el albergue de Piles que ahora ocupan los 32 hijos e hijas de policías ucranianos. Todos ellos llegaron a la Comunitat Valenciana el pasado 17 de agosto y estarán en este municipio hasta el 4 de septiembre, según informó ayer la propia consellera Bravo durante su visita.

La titular de Justicia, Interior y Administración Pública, que acudió acompañada de agentes de la policía españoles, saludó a los chavales, y no faltaron momentos de emoción entre ellos, fundamentalmente para agradecer el gesto que la Generalitat ha tenido para que puedan disfrutar de unas jornadas de vacaciones.

«Hemos querido que estos 32 menores hayan tenido 15 días de vacaciones para vivir un agosto como lo que son: niños. Que puedan estar alejados de las bombas y sin preocuparse por nada más que pasárselo bien», indicó Gabriela Bravo.

Según explicó posteriormente, desde que hace seis meses se produjo la invasión ordenada por Putin, en la Comunitat Valenciana se han concedido 35.000 protecciones internacionales a personas procedentes de aquel país del Este de Europa y se ha enviado material humanitario a la frontera con Ucrania. «Vamos a seguir colaborando con el Gobierno de España para dar una respuesta humanitaria al drama que viven las personas que tienen que abandonar su casa a causa de la guerra», anunció la consellera, quien añadió que la Generalitat «pondrá siempre todos los recursos para dar la mejor acogida a estas personas y seguir demostrando que la Comunitat Valenciana es una tierra acogedora y solidaria», en la línea de lo que también ha ocurrido en la mayoría de los países de Europa, continente que ha registrado la mayor entrada de refugiados de una guerra desde la constitución de la Unión Europa.

La Conselleria de Justicia y la Policía Nacional española han organizado la acogida de los menores en colaboración con el IVAJ, que ha cedido su albergue. La Generalitat asume la manutención, asistencia sanitaria y actividades del grupo.

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