El Ayuntamiento de Gandia se tendrá que rascar el bolsillo y retirar la barca Bahía de Valencia, varada en las instalaciones portuarias, porque nadie ha optado a la subasta para quedarse con el ese casco destartalado que durante años fue el centro de la escuela de oficios Gandia Náutica.

Como publicó este periódico el pasado julio después de que la barca se haya paseado por distintas ubicaciones, y ante el requerimiento de la Autoridad Portuaria para que pague un canon por la ocupación del espacio, el consistorio optó por la subasta, por apenas 100 euros, con la esperanza de que alguien se interesara y se la llevara de allí.

Cumplido el plazo legal, tampoco ha sorprendido que nadie optara al proceso, de manera que el ayuntamiento seguirá siendo el propietario y el responsable o bien de sacar la Bahía de Valencia de allí o de abonar el canon económico correspondiente a la Autoridad Portuaria de València.

La barca era tan barata porque, tras ser utilizada por alumnos de la escuela Gandia Náutica para hacer prácticas en distintos oficios, no dispone de motor, el casco está degradado y agrietado, ha permanecido durante muchos años en dique seco, sin mantenimiento de ninguna clase y, lo peor, ni siquiera flota.

Más que una embarcación, el Bahía de Valencia fue un proyecto formativo que permitió a muchos jóvenes aprender oficios relacionados con el mar. La idea surgió al calor de aquel acontecimiento llamado Copa del América celebrado en València 2007 que despertó una insólita pasión por todo lo náutico. En ese ambiente el ayuntamiento adquirió una embarcación para usarla como centro de prácticas y, desde ese punto de vista, cumplió perfectamente su misión.