El tupido bosque mediterráneo que puebla la ladera norte del macizo del Mondúver, entre los frondosos y húmedos barrancos que descienden hacia la Valldigna, todavía es capaz de dar sorpresas. Porque sorprendente es que, gracias a las labores de los alumnos del taller ocupacional Ecosimat-3, se hayan podido sacar a la luz dos tramos del antiguo acueducto que, durante cerca de un siglo, llevó agua desde la generosa Font del Cirer hasta el monasterio de Valldigna, situado unos 300 metros montaña abajo.

Como acaba de anunciar el Ayuntamiento de Simat, los alumnos del taller llevaban a cabo la limpieza de vegetación en esa zona cuando se toparon primero con un tramo de 30 metros de acueducto, sostenido por un arco, y, a 200 metros de allí, otro fragmento de 40 metros. Ambos tramos del monumento, porque así puede calificarse el acueducto, fueron cubiertos por la abundante vegetación al menos hace décadas, hasta el punto de permanecer «desaparecidos» a los ojos de quienes suben o bajan la senda que discurre entre Simat y la Font del Cirer.

El acueducto fue construido en 1746 cuando los monjes del monasterio cisterciense precisaron de una mayor cantidad de agua. En la elección de captar el líquido desde la Font del Cirer seguramente tuvo mucho que ver el hecho de las propiedades mineromedicinales, algo que todavía hoy sigue llevando a muchas personas a acercarse hasta la fuente y llenar garrafas para beber en casa.

Las labores para descubrir los dos tramos del acueducto. Levante-EMV

El hallazgo responde a los trabajos que el taller municipal de ocupación Ecosimat-3 está desarrollando con la finalidad de limpiar la llamada Senda dels Burros o Camí de les Foies, muy frecuentada en los últimos años por caminantes y excursionistas que cubren la distancia entre Simat y la Font del Cirer. Además, desde allí se puede conectar con gran cantidad de rutas y sendas que discurren por el inacabable macizo del Mondúver.

Según señala el Ayuntamiento simatero, con este hallazgo ya son cuatro los arcos encontrados del antiguo acueducto, de los cuales tres han sido restaurados en los últimos años. El concejal de Medio Ambiente, Josep Gregori, señala que este arco y tramo de acueducto descubierto hace cincuenta años que permanecía oculto porque la vegetación lo cubría completamente, y añade que el acceso es muy complicado. El estado de la construcción es buena y, como el resto del acueducto, se construyó con piedra y argamasa de arena, arcilla y cal. Los arcos son de ladrillo de arcilla endurecida.

Fajas para evitar la erosión del terreno

«La nueva arcada se suma a nuestro patrimonio cultural, y demuestra el rico y variado patrimonjio hídrico que tiene Simat de la Valldigna», indica el alcalde de la localidad, Víctor Mansanet, quien añade que la senda que va serpenteando alrededor del antiguo acueducto, considerado una joya arquitectónica, «es historia y es accesible, tanto para senderistas como para turistas y familias que quieran explorar esta zona».

La labor de los alumnos del taller Ecosimat-3 sigue con el desbroce de plantas invasivas y la poda de ramas, así como la tala de árboles secos. Con todo ello se habilitan fajas de material orgánica no contaminante que, en el caso de fuertes lluvias, evitan la erosión del terreno. Lamentablemente, añade el concejal Josep Gregori, también se encuentra basura que los caminantes más desaprensivos e irrespetuosos dejan en ese camino que es una joya natural llena de historia.