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La "pantanà" también inundó Tavernes

El desborde del río Xúquer vertió un manto de agua en todo el término del litoral vallero, afectando especialmente a los campos de cultivo que quedaron inservibles

La icónica imagen del agua anegando todo el término de la playa Archivo de Paco Sales

A estas alturas, son pocos los que desconocen qué ocurrió en la zona de la Ribera el 20 de octubre de 1982. En medio de una impresionante gota fría, la presa de Tous no pudo soportar, cedió y el agua y el lodo arrasaron prácticamente toda una comarca. De ello se cumplen ahora 40 años. Tous, Gavarda, Sumacàrcer, Alzira o Carcaixent, entre otros, son nombres estrechamente ligados a la tragedia. Pero el agua llegó más allá. El desborde del río Xúquer provocó que, por el sur, el lodo traspasara la frontera comarcal y llegara a Tavernes de la Valldigna, concretamente a su playa. Salvando las distancias, sus vecinos y vecinas tampoco lo olvidan.

Fue algo que pilló por sorpresa a sus vecinos y también a su ayuntamiento. Les llegaban noticias de la situación en las localidades vecinas pero nunca imaginaron que acabarían también con el agua al cuello. Si la tragedia no fue igual es porque afectó a la playa y entonces, un 20 de octubre y con muchas menos edificaciones que ahora mismo, ya no había allí tanta gente. Sin embargo, los daños para la agricultura fueron muy cuantiosos.

Existe escasa documentación gráfica de aquello. Seguramente porque el foco estaba puesto en los puntos arrasados y entonces no existían ni los móviles ni las cámaras digitales. Sin embargo, cada 20 de octubre, aún hoy, las redes sociales recuerdan cómo el lodo anegó todo el término de la costa vallera.

Todos los campos se convirtieron en un manto de agua Archivo de Paco Sales

El agua anegó toda la playa y la práctica totalidad de los campos de naranjos desde la costa hasta la carretera nacional. Durante varios días, helicópteros del ejército tuvieron que rescatar a personas que aún se encontraban viviendo en la playa pero no hubo que lamentar daños personales. En algunos puntos el agua superó los dos metros de altura.

"Las noticias me estaban asustando mucho"

Eduardo Bononad era entonces alcalde de la localidad, fue uno de los primeros en acceder a la playa anegada. Lo hizo con una lancha tipo Zodiac de Protección Civil siguiendo la carretera que va desde la N-332 hasta la playa. "Yo estaba trabajando en la construcción de Nuevo Centro en València. Recuerdo que en ese momento me encontraba en el sótano y veíamos cómo estaba lloviendo", empieza. Cuando acabó su jornada laboral cogió el coche de regreso a casa y las noticias que escuchaba por la radio "me estaban asustando cada vez más". Cuando llegó a la localidad de Favara, que está justo antes de llegar a Tavernes, "un control de la Guardia Civil estaba impidiendo el paso a los vehículos pero a mí me dejaron pasar porque les dije quien era", explica.

Su primera parada fue el ayuntamiento. Allí, junto a un grupo de concejales, decidieron ir a pie hasta el camino Real, que es el que une Tavernes con Cullera. "Una vez llegados allí, de repente, escuchamos un sonido muy fuerte, que cada vez iba más rápido y, de un momento a otro, vimos que el agua nos llegaba a la rodilla". Se marcharon de allí a toda velocidad y "cuando llegamos a la zona de Las Cinco Hermanas (actual rotonda de acceso a la carretera de la playa), el agua ya inundaba toda la zona", relata.

El entonces alcalde fue de los primeros en entrar a la playa con una lancha Zodiac

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"Me asusté muchísimo. Sabía que no había demasiada gente en la playa porque no era como ahora, pero empecé a preocuparme mucho por esas personas". Cuenta cómo fue esa incursión en lancha hasta la zona urbana de la playa. "Estaba todo anegado, en los campos los árboles estaban completamente tapados y solo se veían los más altos", cuenta. "Nos asustaba con qué rapidez iba creciendo el agua, estábamos alucinados", reconoce. Llegó un punto en que incluso se vieron incapaces de seguir adelante con la lancha por temor a que el nivel subiera tanto que los atrapara.

Entonces, como es sabido, no había teléfonos móviles, así que "llamábamos a los vecinos de la playa que se quedaron atrapados en sus casas a viva voz", recuerda el exalcalde.

"Toda La Partida era un manto de agua"

Miquel Joan, que entonces era concejal del Partit Nacionalista del País Valencià en Tavernes y durante años fue corresponsal en el municipio para Levante-EMV, recuerda que la noche antes "tuvimos comisión en el ayuntamiento y, al finalizar, la policía me dijo que la cosa no pintaba bien". Por la mañana, se fue a su trabajo, el colegio de Benifairó entonces y "sobre las 12 del mediodía me llamaron y cuando llegué a Las 5 Hermanas (un restaurante muy conocido que había entre el pueblo y la playa) toda La Partida era un manto de agua, la playa había quedado anegada y no se podía pasar".

El término de la playa de Tavernes, totalmente inundado Archivo de Paco Sales

Joan recuerda que "en Tavernes tuvimos el agua estancada durante más de un mes", lo que provocó cuantiosísimos daños a la agricultura, por los que los afectados no recibieron ninguna ayuda. "La zona estaba en plena producción tras la desecación de los años 70. Las pereras estaban todas muertas y los naranjos, también. Se tuvo que arrancar todo". El barrio cubrió durante semanas las calles de la playa y la gente, una vez se pudo, accedía con los medios que podía.

El entonces edil narra que durante los días siguientes a la "pantanà", con helicópteros "se suministraba agua y comida a las familias que aún quedaban en la playa" hasta que, por el mismo medio, por aire, pudieron ser rescatadas. El exalcalde, Eduardo Bononad, en ese plano asegura que "aún recuerdo la cara de susto" de una mujer que fue rescatada. Junto a su marido, que estaba delicado de salud, fueron los primeros.

Joan señala que el mayor daño se lo llevaron los bajos de la playa, además de la agricultura y que fueron el ayuntamiento y los vecinos quienes llevaron a cabo las labores de limpieza.

"Tavernes fue muy solidaria con Alzira"

Mientras en la playa estaban agua al cuello, nunca mejor dicho, en el ayuntamiento de Tavernes de la Valldigna se organizaba un dispositivo para ayudar a sus vecinos y vecinas de Alzira, donde el agua había causado una auténtica catástrofe. "En Tavernes teníamos todos los campos completamente inundados pero no podíamos hacer nada así que decidimos presar todo el auxilio que podíamos a Alzira", narra el entonces concejal, Miquel Joan.

Se organizó una recogida de ropa, mantas, comida que, en camiones se llevaba hasta la entrada de Alzira, donde desde allí se repartía. Además, un grupo de personas se desplazó hasta aquella localidad para ayudar en las tareas de limpieza y retirada de trastos, mientras en su pueblo el agua lo anegaba todo. El ejército montó un dispositivo en el campo de fútbol desde donde se enviaba material sanitario hacia Alzira y algunas familias que conocían a gente de la Ribera les ofreció incluso sus casas durante un tiempo. "Tavernes fue muy solidaria con Alzira"

El exalcalde, Eduardo Bononad explica que durante dos semanas, "pusimos en marcha un dispositivo de servicio de suministros para Alzira; Nos convertimos en transportistas de comida y agua"

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