Un grupo de familias del Real de Gandia cuyos hijos estudian en el instituto Maria Enríquez de Gandia han pedido, tanto a la Conselleria de Educación como al propio centro, que autorice a los y las estudiantes para que puedan desplazarse en autobús para acudir a las clases. Esta situación afecta, según han explicado, a un total de seis jóvenes.

Según la legislación, de entrada, se considera beneficiario de becas de transporte público al alumnado que estudia en niveles de educación obligatoria, que en el caso de este instituto son los de la ESO. En cambio, no ocurre así con los y las estudiantes de bachillerato debido a que esa etapa ya no es obligatoria. Sin embargo, según señalan a este periódico desde la propia conselleria, cuando se organiza una ruta de transporte escolar "si después de dar servicio a todo el alumnado beneficiario quedan plazas libres se autoriza a subir al alumnado del centro que no tiene condición de beneficiario", en este caso los de bachillerato.

Pese a ello, las familias apuntan que de los dos autobuses que pasan por el Real de Gandia para recoger alumnos y alumnas uno de ellos "va casi vacío" y es por ello que reclaman que sus hijos e hijas puedan hacer uso de él utilizando las plazas que quedan libres. Rubén Malonda, director del Maria Enríquez, explica, en cambio, que no es posible cumplir con esta petición en estos momentos porque todo el alumnado que hace uso del transporte gratuito debe contar con una autorización, la cual cursa la propia Conselleria de Educación. En el caso de este centro de la capital de la Safor que hay 75 chicos y chicas de ESO que acuden al instituto desde el Real de Gandia y, por ello tiene contratado con la empresa dos autobuses, uno de 55 plazas y otro de 20, es decir, el espacio justo para los usuarios.

Pese a ello, las familias señalan que uno de los autobuses apenas llena la mitad de las plazas y es por eso que reclaman, que habiendo sitio, permitan a sus jóvenes hacer uso del transporte para acudir al instituto. El motivo es, según ha confirmado la conselleria con la empresa adjudicataria es que, en estos momentos, la firma, por cuestiones de logística interna está utilizando dos autobuses de 55 plazas, pese a que, por contrato, solo está obligado a utilizar uno de 55 y otro más pequeño, de 20. Es por ello que las familias comprueben cómo se están quedando tantas plazas sin ocupar cada mañana.

Ante esta situación, Educación se va a poner en contacto con la firma de autobuses para conocer durante cuánto tiempo va a prestar el servicio con dos vehículos de 55 plazas para estudiar la posibilidad de conceder autorizaciones temporales al alumnado de bachillerato que necesite hacer uso del transporte público.

Esta situación, en todo caso, ya no se dará el próximo curso 2023-2024 porque, como ha anunciado la consellera, Raquel Tamarit, para el próximo curso se ha ampliado la condición de beneficiario del transporte escolar al alumnado de Bachillerato, redimensionando todas las rutas de autobús de los institutos públicos.