Hace tiempo que amplísimos sectores de la sociedad dijeron basta. No tolera los golpes, las vejaciones, la manipulación ni la violencia que sufren muchas mujeres solamente por el hecho de serlo. Cada vez son más ciudadanas y ciudadanos los que alzan la voz no solo en contra de este tipo de ataques, sino también contra quienes ya no tienen ni el menor rubor de subirse a la tribuna del Congreso a negar que existe esta lacra, como se ha visto esta misma semana con los diputados y las diputadas de la extrema derecha de Vox, que, por ejemplo, ayer, en el Ayuntamiento de València, se desmarcaron del minuto de silencio en honor a las víctimas.

Por eso cada vez son más las personas que se suman a marchas como la que ha tenido lugar esta noche en Gandia. Han sido cerca de trescientos vecinos y vecinas los que han recorrido la distancia que va desde el instituto Ausiàs March hasta la plaza Major para unir su voz bajo un grito unánime: «No a la violencia machista».

De nuevo el color morado que identifica al movimiento feminista inundó las principales calles de la capital de la comarca de la Safor en una marcha que tuvo ambiente reivindicativo y de recuerdo con las más de 1.000 mujeres que han perdido la vida en los últimos 20 años a manos de sus parejas o exparejas en España. Todas y todos fueron la voz de aquellas que ya no pueden gritar porque alguien decidió, en un acto criminal, acabar con su vida por no plegarse a sus deseos.

Actos en toda la comarca

La marcha, convocada por numerosas entidades, que estuvo encabezada por una pancarta con el lema «Ni un minut de silenci més» y que concluyó en la plaza Major con la lectura del manifiesto feminista y contra la violencia machista, fue uno más de los actos que desde el pasado 15 de noviembre lleva celebrando la ciudad de Gandia, organizados por el departamento de Igualdad que dirige Juana Navarro. Ayer por la mañana, a las puertas del ayuntamiento, tuvo lugar la lectura del manifiesto con motivo del día internacional contra la violencia machista.

Fue un acto que comenzó con un minuto de silencio en memoria de las mujeres asesinadas en el mes de noviembre. Posteriormente se leyó manifiesto por parte de dos alumnos: Roser Calatayud Mascarell y Marc Pascual Bou, y una profesora, Andrea Cantó Herrero, reivindicando los derechos de las mujeres. La presentación de los manifiestos corrió a cargo de Raquel Llopis, de la Asociación Adomar. «Estas cifras nos obligan, como asociación, de la mano de otras entidades comprometidas con políticas de igualdad, a reiterar nuestro compromiso con las víctimas y manifestar nuestra repulsa hacia todas las formas de violencia recogidas en el Convenio de Estambul», expresaba Cantó.

Posteriormente se hizo entrega de los premios de una serie de concurso dirigidos al alumnado de la ciudad relacionados con la celebración del 25N.

En Oliva, la concejala de Igualdad, Ana Mena, leyó un manifiesto en la plaza de l’Ajuntament, y en Tavernes, además de la lectura del texto, se presentó el «Arbre de la Vida», que recoge mensajes contra la violencia machista de la ciudadanía.

En estos y otros municipios muchas mujeres secundaron la convocatoria de actos de todo tipo pero con un mensaje unitario, el de trasladar a la sociedad en su conjunto que no va a haber marcha atrás en la condena a comportamientos machistas, al acoso y a la violencia contra las mujeres.