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Arriesgarse a pagar 200 € por no andar unos metros más en Gandia

Cada día, el aparcamiento de Gregori Maians se llena de coches y, como consecuencia de la falta de plazas, algunos aparcan de forma irregular entorpeciendo a los que lo hacen bien, cuando a unos 300 metros hay otro también gratuito

El parking frente al Gregori Maians, con la hilera de coches formada en carril central Jordi Estevan

Aparcar en Gandia puede ser una odisea. Además de los vecinos y vecinas, a la ciudad acuden cada día miles de personas a trabajar y lo hacen mayoritariamente en coche particular. Las calles, por sus características, no disponen de capacidad para albergar todos los vehículos, y, además, hay muchos puntos de zona azul, lo que dificulta el estacionamiento para quienes van a trabajar. De ahí que tomen tanta importancia los llamados aparcamientos disuasorios, es decir, espacios ubicados en el extrarradio con decenas de plazas para estacionar. Por ello, cuando se llega a la ciudad en coche hay que hacerlo concienciado de que, mucho o poco, hay que andar.

En el distrito de Corea se da una situación que es, cuando menos, curiosa. Frente al colegio Gregori Maians, en el distrito de Corea, el pasado año 2020, el ayuntamiento habilitó un gran aparcamiento en el que caben 200 vehículos. Pese a ser un espacio gratuito y al aire libre, el estacionamiento está regulado y se rige por las normas de tráfico comunes. Esto significa que no se puede llegar allí y dejar el coche en cualquier sitio. Tras una importante inversión, el consistorio asfaltó el solar y pintó las líneas que marcan las plazas de aparcamiento y habilitó los carriles, señalados a su vez con flechas que indican la dirección que se debe tomar en cada uno de ellos. Era eso, o el caos, que es lo que había justamente en esa misma parcela antes de que el consistorio la comprara y adecuara.

Pese a ello, hay quien, tal vez cansado de dar vueltas para aparcar o simplemente por comodidad, utiliza uno de los carriles centrales para habilitar otra hilera de plazas de aparcamiento. Esta situación tiene un efecto llamada, es decir, si uno aparca, otra persona que llegue después también lo hará y así sucesivamente hasta completar ese aparcamiento irregular. Sin embargo, esta práctica está prohibida y, por ese motivo, la Policía Local actúa.

Cada día, los agentes realizan controles en ese parquing concreto para comprobar si se ha formado la hilera. Si es así, los y las policías proceden a multar a los vehículos. En lo que va de mes de noviembre, según los datos ofrecidos por el cuerpo a este periódico, se han incoado tres sanciones, mientras que dos coches han sido retirados por la grúa. El comisario jefe de la Policía Local, José Martínez Espasa, explica que esta situación empieza sobre las 9.30 de la mañana, tras la entrada al colegio y cuando la patrulla que controla el tráfico durante los minutos de frenético acceso al colegio ya se ha marchado, algo que confirman los propios vecinos en las redes sociales.

Dificultan la salida

Pero además de esos vehículos se encuentran mal aparcados, existe otro factor que obliga a actuar a los agentes y es que hay muchos usuarios y muchas usuarias que se ven obligados a llamar a la policía porque la colocación de los coches en el carril central impiden la salida de otros que sí que están bien aparcados. Además de la multa, que asciende a 200 euros -100 si se paga dentro de los primeros días-, se procede a la retirada de los coches que impiden la salida del otro.

Precisamente la tarde del jueves, el vicealcalde, Josep Alandete, colgaba en su perfil de Facebook una imagen donde se apreciaba esa situación irregular. Además, aprovechaba para recordar que a solo unos 200 metros de ese punto, más o menos, existe otro aparcamiento municipal, también gratuito y recientemente adecuado aprovechando las obras del Pont Nou, donde se puede estacionar el vehículo. No está asfaltado pero ofrece decenas de plazas y, además, acceso al centro de la ciudad por el parque Ausiàs March sin necesidad de cruzar el Pont Nou.

Este parking se encuentra justo en la salida de Gandia hacia Alicante, al final del propio puente. Alandete explicaba que ese solar es en parte privado pero que el consistorio ha logrado una cesión para utilizarlo como aparcamiento.

Espasa también recalca el hecho de que la distancia entre los dos aparcamientos es muy poca. Si bien es cierto que hay que andar un poco más para llegar al centro de la ciudad, ese esfuerzo es recompensado con el ahorro de los 100 o 200 euros de multa que se puede llevar el vehículo por esta mal estacionado.

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