El tramo final del río Racons o Molinell, que discurre por allí donde coinciden los términos municipales de Dénia, Pego y Oliva, constituye uno de los espacios más bellos del parque natural del Marjal, pero resulta difícil apreciarlo. Las cañas, la densa vegetación invasiva, e incluso la basura, oculta una ribera que, si estuviese limpia, podría convertirse no solo en un lugar aprovechable por los ciudadanos, sino también en un reclamo turístico.

Por eso es tan importante el acuerdo alcanzado hace unos días por esos tres ayuntamientos, que también implica a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que permitirá, seguramente a lo largo del año que viene, acometer una de esas actuaciones que han permitido «rescatar» muchos tramos de ríos y barrancos para que vuelvan a ser como lo fueron décadas atrás, espacios agradables.

De «encuentro histórico» ha calificado el Ayuntamiento de Oliva la reunión que tuvo lugar en la desembocadura del Molinell a la que asistieron la vicealcaldesa olivense, Ana Morell, las concejalas de Medio Ambiente de Oliva, Dénia y Pego, Maria Josep Llorens, Maite Martínez y Laura Castellà, y el comisario de Aguas de la CHJ, Marc Garcia, todos ellos acompañados por técnicos de sus respectivos departamentos.

Además de las instituciones, estuvieron también el presidente del Club de Pesca la Caracola y representantes vecinales de esa zona, entidades que reclaman desde hace años esa limpieza del cauce y de sus riberas.

Según señala la vicealcaldesa Morell, el compromiso adquirido se resume en la redacción de un proyecto de limpieza de las riberas del río desde el mar hasta la autopista AP-7. Esa actuación incluirá, además de la retirada de cañas, vegetación y basura, la apertura de franjas de servidumbres, caminos o sendas que discurren por allí. Los ayuntamientos quieren habilitar y señalizar rutas para que los ciudadanos accedan a ese paraje.

El cauce del Molinell, completamente invadido de cañas, en el lugar donde se limpiará. Levante-EMV

Esa primera gran limpieza será ejecutada con medios y recursos de la CHJ, igual que está haciendo en muchos ríos, como se ha visto en tramos del Girona en Beniarbeig, Ondara y el Verger, el Gorgos en Benigembla, el Vernissa en Palma de Gandia o el Vaca en la Valldigna.

La otra parte del acuerdo compromete a los tres ayuntamientos porque deberán idear una fórmula de colaboración para mantener limpio el río y sus riberas a partir de ese momento. Es un acuerdo similar al que la CHJ ha realizado en otros ayuntamientos, de manera que todos se responsabilizan a evitar que otra vez las cañas invadan y oculten los cauces.

Ana Morell indica que desde ahora Oliva, Pego y Dénia deberán determinar el mejor sistema, bien sea mediante un convenio de colaboración o mediante la creación de una asociación que pueda encargarse de esas labores de mantenimiento.

Preservar recursos naturales

Además de con la CHJ, que es el organismo que gestiona los recursos hídricos, los cauces fluviales y sus áreas circundantes, en este proyecto deberá dar su aprobación el departamento de Medio Ambiente de la Generalitat, más aún tratándose de un espacio de gran riqueza y sometido a una especial protección.

Oliva ha definido la reunión del Molinell como un «encuentro histórico», pero es que, además, sigue la estela de una mayor colaboración entre municipios limítrofes para resolver problemas comunes. Ahí está, por citar un ejemplo reciente, la reunión que Ana Morell y el alcalde de Pego, Enrique Moll, mantuvieron en la sede del Ministerio de Transportes, en Madrid, para desbloquear el proyecto que permitirá eliminar el actual cruce en ‘T’ en el llamado Hostal de Sant Jaume, un punto con una alta siniestralidad. El ministerio aseguró el pasado octubre que a principios de 2023 se licitarán las obras, por valor de 8,2 millones de euros, y que se ejecutarán a lo largo de ese mismo año.