Dos singulares proyectos turísticos de la Safor reciben 5 millones de Europa

Quienes ahora visitan la Cova del Parpalló de Gandia, un tesoro y un atractivo de la prehistoria, se pierden un elemento que es susceptible de ser declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. Se trata de una cabeza de caballo que fue grabada por una mano humana hace nada menos que 20.000 años, durante el periodo solutiense. Esa obra, de enorme valor, se encuentra fijada en la pared por debajo de la plataforma a la que los visitantes acceden.

Antes de que acabe 2025 esa situación se habrá corregido y el preciado grabado prehistórico se podrá contemplar gracias a un proyecto impulsado por el Ayuntamiento de Gandia que acaba de ser aprobado para recibir financiación de los fondos Next Generation de la Unión Europea.

Con esos 2,5 millones de euros también se modificará totalmente el Centro de Interpretación que ahora es del paraje natural Parpalló-Borrell y que después lo será exclusivamente de la cavidad, considerada la «catedral del paleolítico» por la gran cantidad de plaquetas grabadas y pintadas de aquella época que se encontraron durante las excavaciones.

Este es uno de los dos proyectos singulares que ha decidido financiar el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo con cargo a los fondos Next Generation dentro del denominado Plan de Sostenibilidad Turística (PST).

El otro, también con 2,5 millones de euros, está en Oliva y, como adelantaba este periódico hace solo dos semanas, se trata de construir una pasarela con madera y materiales naturales que «flotará» sobre las dunas protegidas, también llamadas aquí «muntanyars». La singularidad de este proyecto también ha quedado avalada hasta el punto de que la vicealcaldesa de la ciudad, Ana Morell, se desplazó a Bruselas recientemente para explicarlo a diputados del Parlamento Europeo que pidieron más detalles.

En esencia, lo que esta actuación tiene de interesante es que permitirá mantener las dunas, y su biodiversidad, sin renunciar a su aprovechamiento turístico, de manera que combina perfectamente la filosofía de sostenibilidad que busca el Ministerio de Turismo.

Financiación al cien por cien

Los proyectos financiados, que en el caso de Gandia incluye también avanzar en las obras de «conectividad» de la carretera que une la ciudad con el Grau y la playa, deberán estar ejecutados antes de que acabe 2025 y, como es obvio, en ambos ayuntamientos la noticia ha sido recibida muy positivamente porque, para mayor alegría, el dinero de los fondos europeos permite financiar la totalidad de la intervención propuesta.

El alcalde, el vicealcalde y el concejal de Turismo de Gandia, respectivamente José Manuel Prieto, Josep Alandete y Vicent Mascarell, señalaron ayer que con esta partida ya se eleva a casi ocho millones de euros el montante que la ciudad ha recibido de los Fondos Europeos.

Los tres responsables municipales indicaron que con estas actuaciones la ciudad «generará más riqueza, más trabajo y seguirá avanzando por el camino de la recuperación económica de sectores tan importantes como son el turismo y la innovación, y lo haremos de una forma amable con el entorno y a la vez sostenible».

En el caso de la «museización» de la Cova del Parpalló y la reforma del centro de interpretación situado a sus pies, justo en el límite del término de Gandia con el de Barx, se trata no solo de que los turistas puedan complementar un día de playa con la visita, sino también de llamar la atención para animar el turismo cultural, que se mantiene durante todo el año.

En Gandia, además de este proyecto y el de la remodelación de la carretera del Grau para hacerla más urbana y amable, la ayuda europea también permitirá distribuir ayudas dirigidas a la innovación y la competitividad de las empresas del sector turístico.

Por su parte, y refiriéndose al proyecto aprobado para Oliva, el ayuntamiento de esta ciudad considera que permitirá «la redinamización y reconversión del área costera mediante esta travesía litoral sostenible, accesible y resiliente» que ha sido financiada también con casi 2,5 millones.

El concejal de Turismo, Kino Calafat, ha indicado que el trabajo del departamento con la apuesta por este proyecto se ha centrado en transformar, redinamizar y reconvertir la franja litoral de Oliva playa para prevenir riesgos frente al cambio climático y favorecer la accesibilidad preservando los valores ambientales del cordón dunar, así como mejorar el entorno del área de costa.

En su opinión, este proyecto de sostenibilidad turística «salvaguarda el escudo natural de arena frente a los efectos del cambio climático, se incluyen acciones para mejorar el entorno urbano litoral, alivia la congestión del tráfico rodado, mejora la experiencia turística y recopila datos fiables que impulsen una gestión turística inteligente». «Es el paso definitivo para convertir Oliva en un destino turístico moderno, sostenible, accesible», concluye Calafat.