La policía de Gandia triplica en un año las multas por infracciones en patinete

El ayuntamiento mantiene las campañas de control

Tres personas en patinete en la avenida de la República Argentina de Gandia.                                                       | LEVANTE-EMV

Tres personas en patinete en la avenida de la República Argentina de Gandia. | LEVANTE-EMV / sergi sapena. gandia

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La batalla que el Ayuntamiento de Gandia mantiene no contra los patinetes eléctricos, sino contra el uso indebido de esos llamados Vehículos de Movilidad Personal en los espacios públicos de la ciudad ha elevado considerablemente el número de multas que se han impuesto a los infractores, mayormente por circular por lugares prohibidos, entre ellos aceras o paseos, con dos personas sobre el patinete o poniendo en riesgo la seguridad de los peatones en lugares concurridos.

Según datos que acaba de facilitar a este periódico el departamento de Movilidad que dirige Nacho Arnau, a lo largo de 2021, cuando ya era evidente el malestar de muchos ciudadanos por las conductas irresponsables de los conductores de patinetes, la Policía Local impuso 116 multas, distribuidas más o menos equitativamente en los 12 meses. Pero en este 2022, y a falta de computar las sanciones de de noviembre y diciembre, la cifra de infracciones sancionadas se eleva 351. Son el triple, y previsiblemente el número aún subirá. La mayoría de los expedientes han sido en los meses del verano, que es cuando más se utilizan estos aparatos.

En este periodo la Policía Local ha llevado con mucha más intensidad y frecuencia campañas que primero fueron informativas pero después punitivas, con el fin de tratar de ordenar un poco el ya denso y desordenado tráfico de patinetes por la ciudad. Porque, pese a todo, no son pocos los que se quejan por la gran cantidad de infracciones que siguen produciéndose a la vista de todos.

Es habitual hallar a niños y niñas con estos aparatos. No lo es menos que vayan dos personas a bordo. El tráfico por las aceras sigue siendo de lo más normal, y en los paseos y plazas muchos conductores circulan como si fueran peatones. En los casos más graves, pero también bastante frecuentes, el patinete que llega a un semáforo en rojo opta por saltárselo, bien sea aprovechando la acera lateral bien situándose en la esquina para observar que no viene nadie. También se ve a los que cruzan de un lugar a otro por los pasos de cebra, que están reservados exclusivamente a viandantes. Y otra asignatura pendiente es la velocidad, porque no solo se circula a muchísimo más de 10 kilómetros por hora en calles peatonales, sino que en esos casos se tiene que ir sorteando a los viandantes, con el riesgo que ello conlleva.

Esa mayor presión ejercida por la Policía Local sí que ha tenido resultados positivos en la siniestralidad. Porque si en 2021, cuando había un menor control de los patinetes, se produjeron 58 accidentes con personas heridas de diversa consideración, en lo que va de este 2022 el número se ha reducido a solo 11. Llama la atención el dato de agosto. El año pasado hubo 18 siniestros frente a los 3 de 2022, siempre según datos del departamento de Movilidad.

El concejal Nacho Arnau, así como los responsables de Tráfico de la Policía Local, mantienen que las campañas para multar a los infractores seguirán, porque el incremento del uso de estos vehículos es constante. Pero insisten en que la intención en absoluto es evitar que los patinetes vayan por la ciudad, porque es una forma de desplazarse ecológica, silenciosa, últil y versátil, sino conseguir que se cumplan las normas y los usuarios tengan en cuenta que una actitud negligente puede acabar en daños materiales y personales.

El «problema» por el uso masivo de patinetes no es solo de Gandia. La excelente acogida que este medio ha tenido, especialmente entre las personas jóvenes para desplazamientos cortos, genera conflictos, a diario, en casi todas las ciudades.

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