La Unió plantea una batería de medidas en Oliva para evitar el abandono de tierras

La organización recuerda que los huertos sin producción perjudican al agricultor colindante y deterioran el paisaje del término municipal.

Vicent Sabater, delegado comarcal de la Unió.

Vicent Sabater, delegado comarcal de la Unió. / Levante-EMV

J.C.

La delegación local de la Unió Llauradora i Ramadera en Oliva presentó recientemente ante el Consell Agrari Municipal una batería de propuestas que, según esta organización, «resultarían muy beneficiosas en el caso de aplicarse para los agricultores olivenses, algunas de las cuales ya fueron solo solicitadas al Gobierno local hace casi dos años». 

Por una parte, ante la gran proliferación de tierras abandonadas, la Unió reitera su petición, ya presentada el 16 de febrero de 2021, para que el ayuntamiento elabore un censo con el fin de frenar una situación que año tras año va aumentando. «En aquella fecha ya se advertía a la administración municipal de los riesgos para los agricultores activos de tener que enfrentarse día a día con las parcelas colindantes abandonadas, así como también las consecuencias que conllevan este tipo de terrenos desatendidos para el medio natural, el equilibrio ecológico y el valor paisajístico del entorno rural», apuntaron fuentes de la Unió a través de un comunicado.  «Pasado este tiempo desde el Ayuntamiento de Oliva no se ha creado ni se ha comunicado la intención de realizar ningún censo de tierras agrícolas abandonadas en el municipio y por tanto no hay ningún seguimiento de estas», añadieron.  

La ordenanza municipal del banco de tierras data de abril de 2013, pero, según la Unió, «se ha quedado obsoleta en algunos de sus puntos y no ha habido ninguna modificación». Asimismo, el listado del banco de tierras «no se actualiza desde el 22 de junio de 2020, lo que demuestra la poca publicidad que se le da a esta herramienta y la despreocupación que presenta la administración local». 

Por otra parte, desde la Unió se solicita también que en la única propiedad agrícola útil que tiene el Ayuntamiento de Oliva «se cree una colección de variedades y cultivos diversos». Con este proyecto cualquier agricultor podrá observar el comportamiento de las diferentes variedades de cítricos y otros cultivos alternativos a nivel local. Por tanto, de este modo se le facilitaría al productor la toma de decisiones frente a una renovación de su explotación, además de darle un gran valor y dinamizar verdaderamente esa propiedad municipal. 

Otra de las propuestas presentadas en el Consell Agrari Municipal se refiere a paliar el aumento de costes de producción que sufren los agricultores en materia de riego y abonos. La organización ve necesaria la creación de una herramienta, con la colaboración del ayuntamiento, para rebajar el coste por metro cúbico de agua, así como para la adquisición de los abonos. Podría ser, por ejemplo, una compra conjunta de los abonos por parte de los distintos motores de riego, con el apoyo de la administración, ya sea por medios económicos o físicos.

Más del 50% de los 59 km² que conforman el término de Oliva son considerados como suelo agrícola, de ahí la importancia de este sector en la economía olivense. La organización renovó en octubre del año pasado su dirección comarcal, al frente de la cual se puso el olivense Vicent Sabater, de 26 años. También forman parte de la nueva comisión ejecutiva Toni Talens (procedente de Tavernes de la Valldigna), Alberto Roig (Gandia), Tomás Daviu (Xeresa) y Salvador Chaveli, de Beniarjó. 

La Unió hizo también un balance del año 2022 para el ámbito de la Comunitat Valenciana, donde destacan que fue un ejercicio marcado por los efectos del cambio climático, que incluso ha mermado la producción de cítricos, y la subida de costes para los agricultores. Otros problemas han sido las importaciones procedentes de terceros países sin reciprocidad que hunden los precios de las producciones locales, la amenaza de las plagas y el descontrol de especies como los jabalíes.