El parque inundable para evitar riadas en Beniopa tendrá más de una hectárea

Los técnicos estudian cómo diseñar una actuación llamada a ser zona de ocio, pero también a retener caudal en crecidas punta. El 95% de la obra será financiada con fondos Next Generation

El barranco de Beniopa a su paso por este casco urbano, después de un episodio de lluvias

El barranco de Beniopa a su paso por este casco urbano, después de un episodio de lluvias / Àlex Oltra

Sergi Sapena

Eliminar el riesgo de inundaciones en el barranco de Beniopa resulta prácticamente imposible, pero el Ayuntamiento de Gandia no para de adoptar medidas dirigidas, al menos, a reducir al máximo esa posibilidad y evitar escenas como aquel catastrófico episodio de noviembre de 1987.

El último de los proyectos presentados, como ya avanzó este periódico, es un acondicionamiento del cauce en todo su tramo urbano para no solo hacerlo más accesible y convertirlo en un corredor verde hasta el Grau, sino también para domesticar el caudal cuando la lluvia cae en su cuenca de forma torrencial y prolongada.

Así, ese proyecto del Corredor Verde del barranco de Beniopa, aprobado por el Ministerio de Transición Ecológica y que se financiará con fondos Next Generation de la Unión Europea, incluirá un gran parque «inundable» en las inmediaciones del colegio los Naranjos, justo antes de entrar en el casco urbano de Beniopa. Ese espacio, además de sumarse a las áreas verdes y recreativas de Gandia, tendrá una superficie superior a una hectárea, tan grande como toda la plaza del Prado, en unos terrenos ahora de uso agrícola que el ayuntamiento deberá adquirir. Los técnicos estudian cómo diseñar ese área recreativa para que también cumpla el papel de pequeño embalse temporal que deberá laminar las fuertes avenidas del barranco en situaciones de intensa lluvia. En estos momentos aún se desconoce cuánta agua podrá retener, pero la idea es que contribuya a reducir el riesgo de desbordamiento del barranco.

El segundo parque inundable, con la misma finalidad, se situará pasando el casco urbano de Beniopa, justo cuando el barranco entra en la zona del polígono Alcodar, pero este será mucho más pequeño, dado que contempla una superficie aproximada de 3.500 metros cuadrados.

Alícia Izquierdo, concejala de Gestión del Territorio, acaba de dar algunos detalles de este proyecto que aún está en fase de redacción, pero incidió especialmente en esa triple función pretendida: la de apostar por la sostenibilidad con otro espacio verde; para dar solución a la conectividad entre Gandia y la playa-puerto; y la de minimizar la posibilidad de desbordamientos del barranco en todo su recorrido urbano.

Tres millones de euros

La obra, que deberá estar finalizada a 31 de diciembre de 2025, contempla un presupuesto de casi tres millones de euros, de los cuales el 95% corren cargo de la Fundación Biodiversidad y el restante 5% del ayuntamiento.

En su exposición la concejala Izquierdo reconoció que el cauce del barranco sufre un elevado grado de degradación y ha visto reducida su capacidad de drenaje a consecuencia de la proliferación de especies invasoras y a la progresiva ocupación de los espacios de ribera. De hecho, en no pocas ocasiones vecinos que residen junto al lecho entre la ciudad y la playa han exigido al ayuntamiento la limpieza de cañas porque consideran que, además de la suciedad, podrían propagar incendios.

«El riesgo de inundación se ha incrementado a consecuencia de los efectos del gran incendio forestal que afectó la cabecera de la cuenca, en agosto de 2018», señalan los técnicos, porque aquellas casi tres mil hectáreas arrasadas en el fuego iniciado en Llutxent han menguado la capacidad de infiltración del agua de lluvia por la desaparición de la cubierta vegetal. Aquí, afortunadamente, cabe decir que el espacio forestal se recupera positivamente y cada día que pasa el monte se ve más poblado de vegetación.

«Todos estos factores, unidos a los previsibles impactos derivados del cambio climático, convierten el barranco de Beniopa en un riesgo potencial para un territorio densamente poblado. Mediante las actuaciones propuestas se pretende reducir el riesgo de inundación en la zona y renaturalizar el lecho en las zonas donde el cauce no ha sido canalizado», concluyó Alícia Izquierdo.