Amplían a toda Gandia el plan que permitió invertir 20 millones en hoteles de la playa

Cuando hace unos años el Ayuntamiento de Gandia modificó el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para facilitar e incentivar la construcción de hoteles en la playa o la mejora y ampliación de los existentes casi nadie se atrevió a calibrar el efecto que tendría. Hoy se sabe que, además de la construcción del nuevo Calella Spa Senator, las empresas propietarias de los establecimientos existentes han puesto entre 18 y 20 millones de euros en la mejora de las instalaciones.

Lo dijo ayer Luis Rodríguez de Rivera, presidente de la Asociación empresarial Hotelera de Gandia y la Safor (AEHGS), quien detalló que, en esa cifra, se incluye la reforma de los dos hoteles Bayrén y la construcción en otros establecimientos de SPA, gimnasios, terrazas o espacios complementarios dirigidos a mejorar la oferta y la calidad para atraer clientes.

Resumiendo mucho, aquella modificación del PGOU permitía a los promotores o propietarios de hoteles en la playa construir dos alturas más de las permitidas, aprovechando así el suelo del solar disponible, a cambio de ceder superficie, en esa misma parcela o en otro lugar, para dotaciones o zonas verdes. El último ejemplo ha sido el acuerdo entre las empresas Rioja Salinas, Rústicas y el ayuntamiento para poder levantar un hotel de 12 alturas en la parcela del antiguo cine Tugar, al final de la playa, y, a cambio, entregar 12.500 metros cuadrados de zona verde paralela a la calle de la Ribera Baixa, que constituye el límite norte de la playa.

Con esos resultados no extraña que el pleno corporativo que este jueves se celebra en Gandia vaya a aprobar, por unanimidad, la ampliación de esa medida al resto del término municipal, incluyendo, obviamente, el casco urbano de la ciudad.

Así, y exceptuando ocho espacios urbanos que el ayuntamiento quiere preservar, un promotor tendrá derecho a construir una altura más de la permitida en aquellas zonas donde el máximo autorizado sean cuatro plantas. Si se supera ese nivel, entonces el hotel podrá elevarse dos plantas más de las que figuran en el PGOU.

El ayuntamiento no solo regala, sino que también recibe. Porque, en compensación, el promotor tendrá que ceder al consistorio el equivalente al 10% de la superficie ganada en la parcela para destinarla a zona verde y el 5% para adquirir solares dotaciones en los que ubicar servicios públicos, como colegios, atención sociosanitaria u otros. En el caso de la zona verde, si no es posible en el mismo entorno del hotel se podrá adquirir suelo en la llamada «Anella Verda» de Gandia, que rodea toda la ciudad. Para los solares dotaciones se contempla la posibilidad de pagar el dinero al ayuntamiento.

Al anunciar esta medida que este jueves se aprueba en pleno, el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Josep Alandete, dijo que este es un ejemplo de «colaboración público privada que redunda en seguir consiguiendo una ciudad amable, que tiene beneficios económicos y que ayuda a compactar la ciudad» porque da más posibildiades para «aprovechar los espacios existentes».

El concejal de Turismo, Vicent Mascarell, que precisamente inició esta modificación del PGOU cuando dirigía el área de Urbanismo, no ocultó su satisfacción por la iniciativa. «El turismo tiene una gran importancia en nuestra ciudad y esta medida surge de mucho trabajo, de escuchar las demandas y de mantener una interlocución constante con el sector».

Luis Rodríguez, por su parte, expresó su satisfacción por la extensión de esta norma al conjunto de la ciudad y auguró que «generará más inversión» y que «redundará en más negocio y más puestos de trabajo».