Un invierno normal

La segunda quincena de enero entrega el clima habitual sin que se hayan producido situaciones extremas para causar daños

La parte más alta de la Safor, nevada este domingo

La parte más alta de la Safor, nevada este domingo / Levante-EMV

Sergi Sapena

Después de un diciembre y unos primeros días de enero de auténtico récord térmico en la comarca de la Safor, con temperaturas mínimas y máximas extraordinariamente altas, el tiempo volvió a la normalidad.

Porque, aunque los ciudadanos noten la sensación de frío, que la mayoría asocia a «mal tiempo», por normal se puede considerar que en esta zona las temperaturas se hayan situado durante varios días cercanas a los cero grados en la llanura, hayan alcanzado tres o cuatro bajo cero en las zonas más altas y frías e, incluso, normal resulta que, como ha ocurrido, también se hayan registrado heladas débiles en algunas hondonadas de áreas agrícolas, siempre en espacios geográficos poco extensos.

Este episodio de varios días seguidos de frío, que según la Agencia Estatal de Meteorología comienza a remitir a partir de hoy aunque seguirá haciendo frío de noche y de madrugada, no ha causado daños en la citricultura, sino más bien al contrario. Este frío permite proteger a los árboles de plagas, contribuye al ciclo natural de maduración de algunas variedades de naranja y ralentiza la actividad vital en montes y marjales.

Todo tan normal como la nieve que este pasado domingo cubrió de blanco, apenas durante unas horas, la parte más alta del Circ de la Safor, incluida, obviamente, la cima, adonde muchos excursionistas llegaron para dejar constancia gráfica de ello. Desde media mañana la mayor intensidad de la lluvia hizo que esa precipitación fuese en forma líquida, llevándose toda la nieve.

En realidad, esas nevadas eran mucho más recurrentes en inviernos de hace décadas, cuando la temperatura media registrada era más baja. En esta ocasión el blanco elemento, tan llamativo y tan gráficamente explotado en los medios de comunicación y redes sociales, no alcanzó a núcleos urbanos, como Barx, no porque el frío no fuera intenso este domingo, sino porque la precipitación apenas dejó cuatro gotas, que eran de agua nieve y que se fundía inmediatamente después de tocar el suelo.

Según datos recogidos en varias estaciones meteorológicas de aficionados, algunas de ellas incluidas en la red de Avamet, las temperaturas registradas a lo largo de los últimos diez días son las más frías en dos años. De hecho, el pasado invierno en casi ningún lugar de la llanura central de la Safor se bajó de los siete u ocho grados cuando el pasado domingo la máxima se quedó por debajo de esa cifra.

En ningún caso ha habido registros excepcionales y el frío ha quedado a mucha distancia de otros episodios recientes, entre ellos el de 2010, cuando en el interior de la misma ciudad de Gandia llegó a helar ligeramente y en algunas partidas agrícolas, como la Valldigna o Marxuquera, el registro de hasta tres bajo cero causó daños a las naranjas.