Un fotógrafo de Benifairó que vivió una década en Turquía edita un libro para ayudar a los afectados por el terremoto

La obra se puede adquirir a través de la plataforma Verkami y muestra trabajos que desarrolló en aquel país, como la revuelta de la Primavera Árabe

Cuatro imágenes de la revuelta del Parc Gezi del año 2013 que documentó Ferrando

Cuatro imágenes de la revuelta del Parc Gezi del año 2013 que documentó Ferrando / Salva Ferrando

En la primavera del 2020, paseó por su municipio natal, Benifairó de la Valldigna, cargado con su cámara cuando todo el mundo se encontraba recluido en casa por el coronavirus. De su objetivo salieron los rostros de la pandemia, las miradas que, temerosas, curiosas, aburridas o expectantes, tras las ventanas de sus casas, contaban los días que quedaban para volver a pisar la calle.  Aquel proyecto supuso para Salva Ferrando reencontrarse con su pasado, aquel en el que, con su cámara colgada del cuello, vivió la primavera de las revueltas. Lo hizo en Turquía, país que le acogió durante casi una década, donde vivió y documentó eventos sociales importantes, y del que tuvo que salir por el declive democrático que experimentó.

Ferrando cuenta al detalle y, con mucha pasión, casi cada momento de todo lo que experimentó en Turquía desde el momento en que puso un pie en el país. Era el año 2006 y no esconde que está profundamente enamorado de aquel lugar.

En estos días vive apenado la tragedia que acaba de sufrir el país, un terremoto que se ha llevado por delante la vida de más de 40.000 personas. Ve las imágenes del desastre y sabe que debe hacer algo para echar una mano a un territorio al que, como él mismo dice, «llegué sin nada» y que se lo dio todo, incluso su familia.

Así, ya trabaja en la edición de un libro que recopilará fotografías de los proyectos que llevó a cabo durante sus años de trabajo en Turquía. Estas imágenes, además, estarán acompañadas de códigos QR que enlazarán con vídeos de charlas suyas con amigos y amigas turcos. Todo lo que recaude con su venta lo enviará a las personas damnificadas por el devastador seísmo.

Algunas de las imágenes que captó de Ataturk en su primer proyecto en Turquía

Algunas de las imágenes que captó de Ataturk en su primer proyecto en Turquía / Salva Ferrando

Para financiarlo, ha iniciado una campaña de crowdfunding con la que espera recaudar el dinero suficiente para la edición y venta de 500 copias del libro. La aportación para recibir un ejemplar será de 45 euros, pero, además, se puede colaborar de otras formas como adquiriendo fotografías o participando en un taller que ofrecerá el propio Salva Ferrando. Deseo que «la campaña crezca lo máximo posible y se pueda lograr el máximo dinero posible», explicaba él mismo en conversación con Levante-EMV. «Será una edición muy cuidada, con papel de alta calidad, un libro-arte», indica el fotógrafo. 

Ferrando cubrió la revuelta del Parc Gezi desde las trincheras, donde sufrió los gases y esquivó las pelotas de goma que lanzaban la policía

La obra recoge 10 años de proyectos y fotografías personales «pero también mi vivencia en un país que considero que está maltratado políticamente tanto a nivel interno como desde el exterior». Las imágenes que recoge van desde su primer trabajo, que fue para el proyecto fin de carrera durante su año de erasmus en Turquía, y que fue una tipografía fotográfica de Mustafa Kemal Atatürk, fundador de la república turca, hasta los momentos que captó durante la revuelta de la primavera árabe del Parc Gezi, la cual documentó en primera persona desde las mismas barricadas, donde se expuso y tuvo que esquivar las bolas de gomas y tuvo que sufrir los gases que lanzaba la policía.

Ferrando no solo contó con imágenes aquellos días, sino que también los narró a través de un blog que alimentaba casi a diario.

Un erasmus casi por casualidad

Cuando Ferrando llegó a Turquía «ya había acabado la carrera en el Campus de Gandia y estaba trabajando en el proyecto final». Pero lo dejó inacabado y confiesa que «mi tutor aún debe estar sorprendido de que me desapareciera sin decirle nada». Decidió aprovechar el último año para hacer un erasmus. Eligió Turquía, «un país al que no quería ir nadie». De hecho, explica, "presenté la solicitud fuera de tiempo" pero como nadie había optado a este país, les aceptaron (logró convencer a tres amigos más).

La vida en Turquía desde el objetivo de Ferrando

La vida en Turquía desde el objetivo de Ferrando / Salva Ferrando

Cuenta que, aunque él ya no necesitaba créditos, se apuntó a algunas clases en la universidad de Anadolu, en la ciudad de Eskisehir, y en dos de ellas ellas coincidió con una profesora de arte que le cambió la vida: Simber Atay, muy reconocida a nivel nacional por sus trabajos e investigaciones. «Le pedí que tutorizara mi trabajo final de carrera y ella aceptó», cuenta. Fue el proyecto de Ataturk, que acabó siendo el inicio de todo. 

A Atal le gustó mucho la calidad del trabajo del Salva Ferrando estudiante y decidió pagar de su propio bolsillo una exposición para mostrar las fotografías. Era el final de su erasmus y, tras aquello, regresó a su Benifairó natal, «donde trabajaba en un bar y me comía los mocos», reconoce. En ese momento no era del todo consciente de la repercusión que había tenido su trabajo. "Estando aquí empecé a recibir llamadas de Turquía", cuenta, y el trabajo se publicó en los dos principales periódicos progresistas del país, Radikal y Cumhuriyet, que hoy no existen. «Turquía vive actualmente en una censura brutal», lamenta.

Parte del trabajo que se podrá ver en el libro

Parte del trabajo que se podrá ver en el libro / Salva Ferrando

Mientras aquí estaba sin trabajo, en Turquía percibía una oportunidad que no dejó escapar. Varios años después, tras ser asistente de otro fotógrafo, dar clases de español y llevar a cabo algunas labores más, casi por casualidad, acabó trabajando como director publicitario para algunas de las mejores marcas del mundo como Nike, Google, Turquish Airlines, etc.

Una válvula de escape

Confiesa que durante aquel tiempo de tres o cuatro años «no volví a tocar la cámara». Sin embargo, un día se dio cuenta de que la fotografía era la mejor válvula de escape del mundo. ·«La retomo porque empiezo a agobiarme muchísimo, me veo contando las historias que los clientes piden, que son para vender y siento un vacío».

Es así como decide reprender la fotografía «no para ganar dinero, sino como vía de escape, como algo documental y personal».

Uno de los trabajos más importantes que realizó fue la cobertura gráfica de la revuelta de la sociedad turca, contagiada por la Primavera que en aquellos años levantaba a varios países árabes y que en este caso se encendió cuando las autoridades decidieron levantar un parque para construir un centro comercial.

Ferrando sigue muy ligado a Turquía, puesto que su mujer es turca y una de sus hijas también nació allí. Desde 2017 vive en València, donde regresó ante la inestabilidad política y social del país, surgida, sobre todo, a raíz del intento de golpe de estado del año 2016 contra el Gobierno de Erdogan. Regresa de forma periódica para visitar a su familia política y recuerda con nostalgia que «me fui solo, pelado de dinero, y allí encontré amigos y gente que ahora considero hermanos» y explica que «es el país cuyo carácter y costumbres son lo más parecido a la ‘terreta’ que he visto».