Hallan los cuerpos de los fusilados en el cementerio de Gandia

En el tercer intento se ha logrado el objetivo perseguido desde hace años

Responsables del Ayuntamiento de Gandia y familiares de las víctimas, ante la fosa con los fusilados y el arqueólogo que explicaba los detalles.

Responsables del Ayuntamiento de Gandia y familiares de las víctimas, ante la fosa con los fusilados y el arqueólogo que explicaba los detalles. / Àlex Oltra

Sergi Sapena

Gandia

Cuatro cuerpos con signos de violencia, al menos uno de ellos con un orificio de salida de proyectil en el craneo. Rodeados de restos de cal viva, todos enterrados a montones, sin ningún cuidado, y en el lugar donde se sospechaba que podían estar los fusilados del franquismo en el cementerio de Gandia.

Son algunos de los detalles que permiten aseverar que, por fin, se ha hallado la fosa, o al menos una de las fosas, a las que fueron arrojados los 62 hombres que Franco fusiló en este cementerio entre 1939 y 1940, inmediatamente después de la guerra civil española.

La Asociación de Víctimas del Franquismo de Gandia y el Ayuntamiento de esta ciudad, en colaboración con la Diputació de València y la Generalitat, hace tres años que buscaba los restos para, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, poder entregarlos a sus familiares y que les puedan ofrecer un entierro digno.

La verdad es que las infructuosas dos excavaciones anteriores hicieron perder algunas esperanzas, pero en esta ocasión la noticia ha llenado de alegría, y también de una contenida emoción, a quienes buscan a sus familiares represalidados.

El hallazgo, que ha tenido lugar a primera hora de la mañana de hoy, fue inmediatamente comunicada a algunos de los familiares de esas 62 víctimas. Siguiendo el protocolo, una representante de la asociación y el concejal de Memoria Democrática de Gandia, Nahuel González, lo trasladaron al juzgado y se interpuso la correspondiente denuncia para activar todo el proceso de recuperación de los restos óseos.

La fosa, como insistentemente señalaban algunos testigos, se encuentra bajo uno de los pasillos de nichos situados en la zona posterior del cementerio municipal, según se entra por el acceso principal. El arqueólogo Aitor Noguera explicaba sobre el terreno que la fosa muy probablemente siga hacia la hilera de nichos, lo que dificulta, pero no imposibilita, la búsqueda de más cuerpos. También se sospecha que bajo los cuatro esqueletos hallados podría haber otra capa de cadáveres, e incluso varias, como ocurre en las fosas del cementerio de Paterna, donde se fusiló a más de 2.300 personas tras la guerra civil.

Entre las personas que fueron asesinadas en varias tandas de fusilamientos se encuentran vecinos de Gandia, Oliva, Sueca y otras poblaciones cercanas. Uno de los familiares que esperaba esta noticia es José Albero, cuyo padre está entre las víctimas.

La noticia ha generado mucha emoción entre los familiares que más intensamente se han involucrado en la búsqueda. Varios de ellos se abrazaron primero en el cementerio y después a las puertas de los Juzgados de Gandia. También el concejal de Memoria Democrática de Gandia, Nahuel González, ha expresado su satisfacción porque, por fin, se abre la puerta a esta reparación que los familiares buscaban. González ha asegurado que la recuperación de estos cuerpos seguirá y que ha sido posible gracias a las subvenciones de la Conselleria de Participación y Calidad Democrática porque «las políticas de la memoria son necesarias». Hoy es un día histórico para la memoria y la justicia porque por fin se cierran heridas», concluyó.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Franquismo de Gandia, Núria Martín, ha manifestado que la sensación, tras la noticia de que se han recuperado los cuerpos, «es inexplicable». Martín ha agradecido el apoyo de las instituciones, el trabajo de los arqueólogos y a todas las personas que han ayudado, y espera ahora «con ganas» la identificación de los cuerpos, que será la siguiente fase de este proceso.

Uno de los esqueletos hallados en la fosa.

Uno de los esqueletos hallados en la fosa. / Àlex Oltra

«Teníamos ganas de que nos dieran una buena noticia»

Hay noticias que son tristes y alegres al mismo tiempo. Que generan sonrisas y abrazos emocionados en los que no faltan lágrimas. Y hay, sobre todo, mucho deseo de cerrar una terrible herida abierta 80 años atrás ofreciendo un entierro digno a quienes murieron, puede decirse que asesinados, en condiciones tan trágicas e injustas.

Algunos de esos familiares se encontraron a primera hora de la tarde de ayer en el cementerio y protagonizaron esas escenas que siempre transmiten la emoción que contienen. «Teníamos ganas de que nos dieran una buena noticia», dijo una de ellas cuando llegó a pie de fosa, donde esperaban otras para atender las explicaciones de los arqueólogos que han logrado localizarla.

En ese lugar les aguardaba una representación institucional con el concejal de Memoria Democrática, Nahuel González, el delegado del Cementerio, Miguel Ángel Picornell, y la de Medio Ambiente, Alicia Izquierdo.

Junto a todos ellos, sin que llamara la atención, una lápida de una familia gandiense ajena a estos acontecimientos reza: «Yo muero pero mi cariño no muere», y alguien recordaba que esa era una frase muy habitual entre aquellos que se enfrentaban a los pelotones de fusilamiento.

Tracking Pixel Contents