Desde la avenida del Raval hasta la de Alacant y desde las calles Sant Rafael i Sant Vicent hasta Carmelites. Esa es la enorme área, prácticamente todo el casco histórico de la ciudad, que Més Gandia quiere convertir en Zona de Bajas Emisiones (ZBE) a partir de la próxima legislatura si vuelve a formar parte del Gobierno local. Traducido, esto supone en el que se restringirá la circulación de vehículos a motor para reducir las emisiones de CO2, favoreciendo, a su vez, tanto la circulación a pie como en bicicleta. La nueva ley del cambio climático obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a disponer de un sector de estas características. La capital de la Safor, por tanto, está obligada a aplicarlo.

Se trata de un plan muy ambicioso que incluye espacios como todo el entorno del ayuntamiento, el paseo de les Germanies en el tramo que va desde la pasarela hasta el Teatre Serrano o los alrededores de la plaza del Prado. Cabe recordar que muchas de esas zonas ya se encuentran peatonalizadas desde hace años.

La candidata de alcaldía de Més Gandia, Alícia Izquierdo, y el miembro de la lista responsable del programa de Medio Ambiente, Dani Muñoz, han presentado esta semana la propuesta junto a la diputada de Planes de Movilidad, Dolors Gimeno. Los dirigentes han detallado a Levante-EMV que el plan pasa por crear un espacio acotado mediante un sistema de control de acceso para que tanto los vecinos y vecinas de la zona como las empresas que distribuyen a los comercios sí que puedan transitar unos para poder entrar a sus garajes y los otros para realizar su trabajo sin problemas.

El mecanismo sería similar al que se utiliza en otras ciudades, como València. Es decir, se instalará un circuito de cámaras de reconocimiento de matrículas. Estas irán acompañadas de semáforos que estarán en rojo y solo cambiarán a verde cuando el usuario tenga su placa registrada y, por tanto, pueda tener acceso a la zona restringida. Al contrario, si alguien intenta franquear sin que su número de placa esté reconocido, no cambiará el color del semáforo y, por tanto, no podrá acceder. En caso de que, pese a ello, el vehículo acceda igualmente a la ZBE recibirá una multa en su vivienda.

Desde Més Gandia recuerdan que la experiencia en otras ciudades, como la primera línea de la playa o el Grau "son más que satisfactorias". También es cierto que otras medidas que se han intentado durante esta legislatura como La Morada en el paseo de les Germanies y otras zonas del Centre Històric no han tenido el efecto esperado porque no han tenido una contundencia real en la limitación del paso de vehículos de motor por estas zonas tan concurridas de tráfico.

Muñoz señalaba que la propuesta de peatonalización irá acompañada de medidas efectivas de control de acceso mediante cámaras pero también "toda una serie de políticas para favorecer la movilidad sostenible y el transporte público". En ese sentido, recordaba que Gandia es "una ciudad plana y con una buena climatología casi todo el año, por lo que, además de saludable y necesaria, una buena red de infraestructuras ciclistas es muy factible".

Por su parte, Dolors Gimeno aportaba el dato de que el 43% de los desplazamientos en las ciudades se realiza a pie o en vehículo no contaminante" y destacaba la necesidad de "pacificar el tráfico". La diputada reivindicaba la mejora de las infraestructuras, tanto dentro de las ciudades como alrededor, con carriles bicis, ramales que conectan con escuelas o polideportivos.