Uno de los numerosos eventos que acogió la playa de Gandia el pasado fin de semana, aprovechando las vacaciones de la Semana Santa, fue un Torneo Nacional de Lanzamiento de Hachas. Estuvo organizado por la sala de tiro The Tomahawk, ubicada junto al paseo Rosa dels Vents, que dirige Carolina Gascón.

Por primera vez se reunieron los aficionados a esta disciplina, que ellos consideran un deporte en toda regla. Se compuso de dos eliminatorias, una el sábado y otra el domingo. El torneo contó con la colaboración del Departamento de Turismo, no sólo por su carácter singular, sino porque también atrajo a participantes, con sus respectivos acompañantes, llegados de varios puntos de España, que pernoctaron en la playa. En concreto, 80 lanzadores de las comunidades de Madrid, Cataluña, Andalucía, Murcia, Canarias, Baleares y Castilla y León.

Además, el sábado, media hora antes de empezar, en el parque Clot de la Mota hubo una exhibición de combate medieval, conocido como «bohurt», a cargo del grupo Valentia Victrix. Se habilitó una pantalla gigante para que el público lo pudiera seguir desde la calle, y también fue retransmitido en directo por el canal de YouTube de la propia sala.

Un momento del torneo, con los lanzadores en acción. Kike Company

Aspecto de la sala durante el campeonato. Kike Company

El podio del torneo lo formaron Álex Deharo, de Barcelona (campeón), David Laborda, de Madrid, fue subcampeón, y tercero quedó Carlos Rico-Villademoros, también madrileño. Los premios estaban dotados económicamente. El campeón se llevó 3.000 euros, 1.500 euros fueron para el subcampeón y 500 euros para el tercer clasificado.

Exhibición de lucha medieval, el sábado por la mañana. Kike Company

Miguel Ángel afilando un hacha. J.C.

En España este deporte es muy nuevo, llegó desde Estados Unidos hace cinco años, cuando abrieron las primeras salas en Barcelona y Madrid. El hacha se lanza hacia una diana de madera, sobre una distancia de unos tres metros.

Pantalla gigante en el exterior. Kike Company

El sistema de puntuación es similar al lanzamiento de dardos. Miguel Ángel Ramos, de Barcelona, es instructor de esta modalidad. No cree que sea un deporte de riesgo, aunque sí hay que tener cuidado con sacar bien el hacha de la diana, para que no se caiga sobre el pie, y que al lanzarla no rebote. «Siempre hay que recogerla en el suelo cuando haya parado, nunca en movimiento», explica. Desde Maspalomas llegó Pedro Dávila, que regenta allí un restaurante americano con sala de tiro. «Cada vez se aficiona más gente, sobre todo parejas, y nos gustaría tener una liga nacional», comenta.

Un deporte importado de Estados Unidos

Montar una sala «indoor»de este tipo requiere de varios permisos por parte de la Guardia Civil, ya que se consideran armas blancas, y un importante seguro de responsabilidad civil. Algunas salas de tiro están dentro de pubs o locales de hostelería, combinando ambas facetas. 

En España no existe aún una federación estatal, aunque sus aficionados poco a poco se están organizando mejor, y el torneo nacional del pasado fin de semana en Gandia fue un paso importante. La mayoría se conoce a través de comunidades de internet y redes sociales. 

El ganador con la organizadora, Carolina Gascón. Kike Company

Se cree que este deporte tiene su origen entre leñadores de Canadá. En Canadá y Estados Unidos existe una liga oficial, la World Axe Throwing League. Allí compitió entre los años 2017 y 2019 la joven de Anna Carolina Gascón durante su estancia en Estados Unidos cuando fue a estudiar.

A su vuelta decidió abrir una sala en la playa de Gandia, tras aprender los aspectos más comerciales de este sector, y así nació The Tomahawk, en junio de 202, donde también se pueden lanzar pequeñas piezas de acero. En España hay muy pocas salas de este tipo, no llega a la veintena, y es un fenómeno más propio de capitales o destinos turísticos.