Gandia quiere tener una pradera de posidonia y convertirse en el paraíso del 'snorkel'

El Gobierno local destina 350.000 euros de los Fondos Europeos Next Generation a dos proyectos que regenerarán el medio marino y que ejecutarán los propios alumnos y profesores del Campus de la UPV donde se imparten estos estudios

Un submarinista observa un caballito de mar.

Un submarinista observa un caballito de mar. / UPV

Josep Camacho

Una parte de los Fondos Europeos Next Generation gestionados por Gandia se irán al fondo del mar. En concreto, 350.000 euros para sendos proyectos destinados a regenerar el medio marino. Uno de ellos, dotado con 250.000 euros, persigue crear una pradera con dos plantas fundamentales en el Mediterráneo; la Posidonia oceanica y la Cymodocea nodosa. El otro, con un presupuesto de 100.000 euros, consistirá en la creación de hábitats para la crianza y la protección de dos especies marinas sensibles, la sepia y el caballito de mar. 

Ambos proyectos fueron incluidos por el Gobierno de Gandia en un paquete más amplio de ayudas por valor de dos millones de euros al que recientemente dio el visto bueno el Gobierno de España, en el marco de la tercera convocatoria de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino, y que incluyen otras actuaciones para las playas de l’Auir, Nord, y las del sur del término municipal.  

El profesor Miguel Rodilla con algunos alumnos se dirigen desde el puerto de Gandia a una de las zonas donde investiga la UPV.

El profesor Miguel Rodilla con algunos alumnos se dirigen desde el puerto de Gandia a una de las zonas donde investiga la UPV. / UPV

Los dos proyectos los desarrollará el Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València, que tiene una larga experiencia en las Ciencias del Mar, a través del Instituto de Investigación para la Gestión Integrada de Zonas Costeras (IGIC), dirigido por el profesor Miguel Rodilla.  De hecho, serán los propios alumnos los que se implicarán en estos trabajos, ya que están directamente relacionados con sus estudios. También colaboran la Cofradía de Pescadores y la Asociación Cultural Eucrante. 

Los encargos, al tratarse de subvenciones finalistas, deben empezar en 2024 y estar acabados en 2026, aunque en 2025 ya se podrían observar los primeros resultados. También se contemplan realizar acciones divulgativas y de educación ambiental sobre la importancia de estos trabajos. 

En Gandia no hay actualmente praderas de posidonia. Hubo una pero fue agonizando en los años 80, los expertos creen que por los vertidos de aguas fecales al mar antes de que se instalaran las modernas depuradoras. Precisamente se quiere actuar sobre esos restos. La zona de plantación será una franja de 1.000 metros situada entre 12 y 13 metros de profundidad, con una superficie total de dos hectáreas entre las playas Nord y Auir. 

Pradera de posidonia.

Pradera de posidonia. / UPV

La germinación se realizará en el Campus de Gandia con semillas procedentes de las praderas de Dénia y Xàbia. Los trasplantes de ambas especies en el mar se realizarán en 2024 y 2025 entre septiembre y octubre. La zona se acondicionará previamente con sacos de cáñamo, que protegerán a las plantas de los temporales. 

El crecimiento de la posidonia es muy lento, a razón de 1 centímetro de alto y 10 centímetros de colonización por año, «y tiene que arraigar y aguantar el movimiento del mar, por eso hay que hacer un seguimiento y reposiciones», explica Miguel Rodilla. «La cymodocea crece más rápido, como la hierba, y será como un manto que ayude a la posidonia», apunta.

En la Comunitat Valenciana escasea la posidonia. En total son 321 km cuadrados, la mayoría en aguas de Alicante, según el «Atlas de las praderas marinas de España». De cymodocea hay 84 km. En las costas españolas hay 1.159 km cuadrados de posidonia. Estas praderas mejorarán la vida submarina y ayudarán a estabilizar los sedimentos marinos, además de aumentar los recursos pesqueros disponibles en la zona.

"Snorkel"

El otro proyecto persigue aumentar la presencia de sepia y caballitos de mar, con arrecifes artificiales en la playa Nord. Para ello se fondearán estructuras artificiales a unos 500 metros de la costa. Se situarán en dos parcelas de 500 metros de largo y 100 de ancho, a una profundidad de 6 metros. Ambas zonas estarán separadas entre sí 1 km. Se soltarán cabos para que sean colonizados por crustáceos y servir de alimento.

Se prevé que en cada parcela se críen miles de caballitos de mar, y que además las sepias pongan decenas de millones de huevos cada temporada reproductiva. Las sepias adultas se marcharán del criadero, favoreciendo así la pesca comercial y recreativa. Esa zona con sepias y caballitos también servirá para practicar «snorkel».

Una sepia en el mar.

Una sepia en el mar. / UPV

El concejal de Turismo, Vicent Mascarell, explica que, así como en los primeros años de la legislatura se centraron en elementos del patrimonio como el Castell de Bairén o en la Cova del Parpalló, «con estos dos proyectos buscamos no sólo una finalidad científica o medioambiental, que es importante, sino también crear un producto turístico en sí mismo que nos puede ayudar a abrir mercados y especializarnos». Así, Gandia quiere ser un paraíso para los amantes del buceo o del «snorkel», «un público que no es masivo, pero sí muy selecto y amante de la naturaleza», señala Mascarell.