LA SAFOR - OPINIÓN

La resaca electoral

Ramón Bertó

Ramón Bertó / Levante-EMV

Ramón Bertó

Hacía más de 25 años que no había tenido la ocasión de participar en unas elecciones políticas. 25 años desde que un buen día, bendito día, decidí cambiar el rumbo, dejar al margen la política, alejándome totalmente de aquellos ambientes por aquellos tiempos tan enrarecidos de imposiciones, egos, personalismos, intereses encubiertos… y dedicarme a mi profesión.

Durante estos días en los que he convivido con Juan Carlos Moragues y con el grupo que ha estado trabajando para intentar situar al PP en lo más alto, he podido volver a observar que las cosas no han cambiado, han cambiado las personas, pero no los personajes característicos de la obra.

Ante todo, y para todos, mi más sincera felicitación a Moragues por los resultados. Tenías un gran reto por delante, sabías a lo que te enfrentabas, tenías muy poco tiempo y no diste un paso atrás. Lo has conseguido, reconozco tu esfuerzo y tu coraje, y te felicito por ello. Creo que Gandia ha ganado un alcalde, aunque no estés en la alcaldía. Has sido ejemplo del buen hacer, de la gestión educada, de la no crispación. Has demostrado el amor incondicional a tu ciudad, y tu ciudad te lo ha devuelto con más de 12.000 votos.

En estos pocos meses en mi aventura personal he visto mucho bueno, en Carlos, su entrega, compromiso, capacidad de trabajo, sabiduría, objetivo y esperanza en un proyecto concreto, y ya solo por eso me ha merecido la pena dedicar este tiempo a apoyarle.

He visto gente incondicional unida al equipo, dedicando horas en apoyo a la candidatura, reuniones, más reuniones, callejeando los barrios, un Grau de Gandia en el que vivo con un equipo humano increíble, personas hasta entonces para mí desconocidas con las que compartí jornadas, presentaciones o cenas, intensas jornadas, especialmente la del eterno día de las elecciones, que me permitió conocer a gente de otros partidos a las que al final, tras el empate del Valencia, me entraron ganas de votarles.

Pero también he vuelto a intuir mucho malo, lo he vuelto a oler, olores extraños que quedaron en algún recóndito hueco de mi memoria y que sorpresivamente me pusieron alerta al primer síntoma. Vuelven a sorprenderme, pero esta vez, tras el espacio recorrido y la libertad que me he ganado después de haberlo recorrido, ya ni siquiera lo considero fuego amigo. Son las victorias tras las derrotas, pírricas victorias de gente mal intencionada que simplemente perduran como fuente continua de olores extraños. Es curioso cómo son los olores, los perfumes de Gandia, cómo la democracia ha sido capaz de introducirlos en un pequeño frasco, que únicamente se pulveriza, a voluntad del dedo desconocido, en época de humedad.

Significa mucho para mí haber apoyado al candidato del PP por Gandia, en recuerdo de lo bueno vivido en aquellos principios de los 90, como asignatura pendiente, con el máximo respeto y en defensa de aquellas pocas personas buenas con las que conviví en aquel ambiente que rodeaba el Ayuntamiento de mi ciudad, y que, al igual que yo, vieron truncado su proyecto de manera incompresible. En él, en Juan Carlos, he vuelto a ver ilusión y proyecto, ideas y trabajo, humildad y servicio, cualidades que hasta ahora y desde entonces no había visto en ningún otro candidato.

Conozco poco a nuestro reelegido alcalde, ante todo mi felicitación por su reelección. Conocí mucho más a su padre, una gran persona, un amigo y un gran futbolista. La genética no puede fallar, seguro que es una gran persona, seguro que es una persona con la que se puede tratar y llegar a grandes acuerdos, y por ello confío en la recuperación del espíritu de consenso de aquellos años ya lejanos en los que pude experimentar ese modelo de gestión con Pepa Frau y José Vicente Sáenz de Juano. 

Hoy, igual que la semana pasada, considero que necesitamos personas que activen mecanismos hoy inactivos, que hagan de Gandia una ciudad limpia, viva, que mire al mar, a la tierra, a los polígonos industriales, a las comunicaciones, a las personas y a sus necesidades reales, a la generación de puestos de trabajo gracias a la inversión y generación de empresas, personas que conozcan los entresijos de la política y que aporten y traigan a nuestra ciudad proyectos de gran calado que impacten de lleno en nuestra economía productiva, personas que generen industria, que activen con ello el comercio, que activen con ello el turismo y la inversión, que sepan gestionar y promover la inversión en infraestructuras necesarias, que tengan una experiencia política que les permita gestionar más allá de nuestra ciudad y sean capaces de hacer realidad proyectos de antaño. Experiencia y productividad. Valentía.

Lógicamente, espero y deseo que Juan Carlos como responsable del principal partido de la oposición de nuestra ciudad sea considerado por el gobierno, le permitan colaborar en la consecución de los objetivos que se programen, así como discutir aquellas propuestas en las que no esté de acuerdo. A Gandia se la ha de querer de todas las formas posibles. Desde el gobierno o desde la oposición se ha de imponer el interés general de los que en ella habitamos y que dentro de dos semanas ya no nos acordaremos de quién la está gobernando. Ha de ser un gobierno de todos, dando entrada y apoyo a la construcción de este gran proyecto.

Creo que hemos tenido la suerte en Gandia de poder tener en estas elecciones a dos candidatos de consenso, dos personas que, durante los próximos cuatro años, desde la alcaldía o desde la oposición, llegarán a grandes acuerdos. Espero y deseo que los equipos de los que se rodeen estén a la altura de lo que Gandia y ellos van a necesitar, y rechacen la confrontación y la bajeza moral de aquellos que intenten medrar entre ellos.

Desearía que se abriera un ciclo nuevo en Gandia, se recupera la concordia y juntos lanzaran este nuevo proyecto. Está en vuestras manos, puede ser fácil, difícil o imposible. De vosotros depende.