Los deberes de Mazón en la Safor

Solo sus promesas del tranvía Gandia-Dénia, la autovía CV-60 y la circunvalación de Tavernes supera los 400 millones. En su mano están los centros de mayores de Potries, Tavernes y Oliva y la atención 24 horas en el centro de salud del Grau

Carlos Mazón, con empresarios de l’Olleria y alcaldes, el pasado febrero, prometiendo acabar la CV-60, que aparece a sus espaldas.

Carlos Mazón, con empresarios de l’Olleria y alcaldes, el pasado febrero, prometiendo acabar la CV-60, que aparece a sus espaldas. / Levante-EMV

Sergi Sapena

Hace más de un año, adelantándose al anuncio del Consell de la Generalitat, Carlos Mazón, en calidad de presidente de la Diputación de Alicante, dio un golpe cargado de efecto. Se plantó un día en Teulada y allí dijo que iba a impulsar, desde la institución provincial, la construcción de un tranvía entre Gandia y Dénia. Aquella declaración, de claro tinte electoral, fue repetida decenas de veces durante la pasada campaña, de manera que quien ya se ve president deberá impulsar el proyecto con celeridad si no quiere quedar mal. Ahí lo tiene fácil y no encontrará oposición, dado que también el PSPV-PSOE, segundo partido en les Corts, no solo respalda la idea, sino que ya ha iniciado su tramitación.

Esa es solo una de las muchas promesas de Mazón referidas a la comarca de la Safor que se convertirán en un deber cuando entre en el Palau de la Generalitat. Otra muy significativa, que prometió no solo a ciudadanos sino también a empresarios y alcaldes, es la conclusión de la autovía CV-60 en sus dos tramos pendientes: primero el desdoblamiento desde l’Olleria a Palma de Gandia y después la prolongación desde Beniflà a Gandia. Y ahí también lo tiene fácil, porque el actual Consell de los partidos del Botànic ha iniciado los trámites y tiene el primer tramo a punto de licitar y el segundo con el encargo de redacción de proyecto.

Sin dejar las carreteras, Carlos Mazón ha prometido en Tavernes de la Valldigna la que ha sido una aspiración desde hace décadas. Se trata de construir la circunvalación de la CV-50, que ahora atraviesa el casco urbano, para acabar con el peligro y la contaminación acústica y atmosférica que se tienen que tragar los ciudadanos.

Si esas promesas se convierten en deberes y sus palabras no se las lleva en viento, quien casi seguro será president del Consell tendrá que buscar una calculadora de muchos dígitos y encontrar los euros para meterlos en el presupuesto autonómico. Tranvía a Dénia, CV-60 y circunvalación de Tavernes costarán más de cuatrocientos millones de euros. Y a esa cifra habrá que sumar lo que costarán otras muchas actuaciones que ha venido prometiendo.

El líder del PP dijo que impulsaría la construcción de centros para la atención de personas mayores. Si cumple, están en trámite dentro del programa Convivint que puso en marcha la exvicepresidenta Mónica Oltra, tres edificios en Potries, Oliva y Tavernes de la Valldigna. En el caso del primero, esta pequeña localidad ya tiene aprobada la delegación de competencias para su construcción, en la que se van a invertir 17 millones de euros, pero en Oliva y Tavernes el papeleo está más atrasado y, por lo tanto, depende de la voluntad del futuro president, que también prometió un centro de mayores en Gandia.

Suya también es la promesa de mejorar la atención sanitaria. En ese aspecto hay inversiones en marcha que ya son imparables, como las obras del centro de salud de Sant Francesc, en Oliva, pero ahora será el momento de conocer si se cumple con la atención continuada, 24 horas todoel año, en el centro de salud del Grau de Gandia, una bandera del PP local que asumió plenamente el futuro president.

En Tavernes Mazón se fotografió, junto a la candidata a la alcaldía, Eva Palomares, ante el instituto Jaume II, que precisa nada menos que 11 millones de euros para su rehabilitación integral, otro compromiso que le recordarán sea quien sea la alcaldesa en la capital de la Valldigna.

La mayoría de ciudadanos están acostumbrados, e incluso asumen plenamente, que en campaña electoral se promete hasta la Luna si hace falta para cosechar votos. Y es ahora, cuando se logra la victoria y hay que gestionar la Administración, cuando se conocerá el grado de cumplimiento de esas palabras que deberían traducirse en hechos.

El campanario de la Colegiata de Gandia

El campanario de la Colegiata de Gandia / Àlex Oltra

El cambio en el Consell deja en el aire muchos proyectos de Gandia

No son promesas de Carlos Mazón y del PP, pero sí proyectos que, de una u otra manera, ya habían sido anunciados por el Ayuntamiento de Gandia en concurso con la Generalitat y, por lo tanto, hay interés en esta ciudad por saber qué hará el futuro president cuando acceda a su cargo.

El alcalde Prieto y el president Puig ya han formalizado la compra, por parte de la Generalitat, del edificio de Correos, situado en la céntrica plaza del Rei Jaume I, por 2,4 millones de euros. Pero la segunda parte de este acuerdo era invertir una cantidad mucho mayor para rehabilitar su interior darle un uso público, algo que ahora es una incógnita.

Otro edificio que va a quedar vacío en el plazo de seis o siete meses es el de los juzgados porque se trasladarán, previsiblemente a principios del año que viene, al nuevo complejo del distrito de Santa Anna. El alcalde de Gandia y la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, ya habían anunciado que en el edificio viejo situarían servicios sociosanitarios, pero no hay ningún trámite iniciado y, por lo tanto, queda en manos del futuro president del Consell.

Tampoco se sabe qué ocurrirá con el hospital infanto juventil, especializado en atención de patologías mentales, que Prieto y Puig habían acordado en la planta baja de un edificio de la calle Ontinyent, junto a la antigua alquería de Martorell, dentro de un amplio y costoso programa de ámbito autonómico.

Y, entre otros muchos acuerdos, Carlos Mazón también deberá decidir si completa el acuerdo de financiación a tres bandas para restaurar el campanario de la Colegiata de Gandia.