El hospital Francesc de Borja de Gandia, cuyas instalaciones se inauguraron hace nueve años, en marzo de 2014, se ha quedado pequeño y necesita una ampliación. El incremento de las prestaciones sanitarias de cobertura pública, la mayor presión que se produce por una población que cada vez alcanza más edad, la irrupción de las enfermedades mentales que requieren una especial atención y algunos aspectos analizados durante la tremenda crisis que supuso el covid-19 están en el origen de la decisión. Entre otros aspectos, el informe que ha servido para abrir el proceso de ampliación del centro sanitario considera necesario reforzar la Unidad de Cuidadanos Intensivos o el área de Urgencias.

El cambio político producido en el Consell de la Generalitat a raíz de las elecciones de mayo hizo temer que los nuevos gestores quisieran tomarse un tiempo antes de decidir si seguían adelante con el plan, pero el propio president Carlos Mazón despejó todas las dudas cuando el 28 de agosto realizó la primera visita a la ciudad después de ser investido máximo responsable de la Administración autonómica. Tras reunirse con el alcalde, José Manuel Prieto, expresó que la ampliación del hospital no solo se mantenía, sino que sería una de las prioridades de la legislatura.

El alcalde, obviamente, agradeció ese ímpetu de Mazón y también se ha puesto a trabajar, en lo que al municipio compete, para no perder ni un minuto en la mejora de los servicios hospitalarios que cubren un área de 40 municipis de la Safor y la Vall d’Albaida que suma cerca de doscientas mil personas. En breve, además, se sumarán usuarios de la Marina Alta gracias a la puesta en marcha del nuevo servicio de radiología oncológica, evitando así desplazamientos a València o a Alicante de cientos de personas de esas tres comarcas. Para construir estas instalaciones, incluido el búnker con paredes de plomo donde tienen lugar las sesiones de radioterapia, la Conselleria de Sanidad ya ha tenido que ocupar uno de los patios del hospital.

Ser universitario de verdad

En la ampliación del hospital el papel del ayuntamiento es fundamental porque la decisión pasa por construir un edificio anexo en un enorme solar de 19.000 metros cuadrados, de propiedad municipal, que sería cedido para ese fin y que cuenta con la inmensa ventaja de ubicarse justo al lado, lo que evitará disgregar infraestructuras destinadas a la atención sanitaria.

Aunque no hay valoración económica, la inversión que la Generalitat tendrá que hacer no es poca cosa. Como señalaron el presidente Mazón y el alcalde Prieto, en el nuevo edificio se habilitarían los servicios de Maternidad, Obstetricia y Pediatría, lo que permitirá liberar espacio en el actual bloque hospitario para, entre otros aspectos, ampliar las UCI, el área de Urgencias y, posiblemente, las consultas de Especialidades.

A la espera de concretar el proyecto, la inversión necesaria y el cronograma para hacerlo, esta ampliación también servirá para dar sentido al apellido «universitario» que hace unos meses adoptó el hospital Francesc de Borja. Así, se construirían unas aulas y otras dependencias en las que los estudiantes podrían investigar sobre terapias, tratamientos y aspectos que lleven a mejorar la calidad del sistema sanitario.