Hay muchas opiniones sobre la obra, todavía inacabada, de peatonalización en el entorno de la iglesia de Sant Nicolau del Grau de Gandia, pero casi todo el mundo está de acuerdo en dos conceptos: los adoquines que forman una superficie irregular son bonitos pero, al mismo tiempo, un elemento de riesgo de caídas para personas mayores o que sufren algún problema de movilidad. Incluso para aquellas personas que llevan tacones.

El problema, tras muchas quejas, ya fue asumido por el propio Gobierno local a finales de la pasada legislatura cuando, después de varios accidentes con lesiones, decidió modificar el proyecto inicial para evitar el riesgo al máximo. El rifirrafe político estaba cantado y fue motivo de polémica, e incluso de burlas, durante la pasada campaña electoral.

Un detalle de los adoquines. Levante-EMV

Ahora, cuando el ayuntamiento sigue sin haber recepcionado la obra a la espera de que se modifique, la concejala del PP Silvia Riera ha solicitado al Gobierno local información sobre el número de caídas registradas y de las personas lesionadas en ese lugar.

Embellecer el entorno

Riera, tirando de ironía, incluso ha rebautizado el espacio como «plaza de los caídos», y en su escrito reclama que se le faciliten los informes de la Policía Local sobre atenciones realizadas por accidentes en ese lugar, que, a tenor de lo que señalan muchos vecinos, no son pocos.

El proyecto inicial se redactó pensando en embellecer el entorno de la iglesia de Sant Nicolau, que está en trámite de ser declarada Bien de Interés Cultural, y para ello se añadió la colocación de un diseño de adoquines conocido como «portugués» porque justamente en ese país hay muchos espacios públicos así.

Después, a medida que los transeúntes ya podían pasar, se vio que, al menos aquí, pocos están acostumbrados a esas superficies irregulares, de manera que se dieron instrucciones a la empresa para alisar la superficie de adoquines. En esa fase se está ahora, esperando a que el proyecto finalice y se pueda entregar sin que presente riesgos.