Entrevista | Alessandro d’Urso Director del Cortoons Gandia Festival

"El cine de animación es una cosa muy seria"

Gandia acoge este fin de semana una nueva edición de este festival que D’Urso creó en Roma en 2004, y que trasladó a la capital de la Safor cuando se vino a vivir aquí, con bastante éxito. Al concurso de este año se han presentado más de dos mil cortos de 106 países diferentes.

Alessandro d’Urso junto a la caseta promocional del festival en el paseo de les Germanies, en Gandia.

Alessandro d’Urso junto a la caseta promocional del festival en el paseo de les Germanies, en Gandia. / J.C.

Josep Camacho

Gandia

El italiano Alessandro d’Urso, ya organizaba en Roma desde 2004 el festival Cortoons. Hace ocho años se trasladó a vivir a Gandia y encontró el apoyo del Gobierno local, entonces presidido por Diana Morant y ahora por José Manuel Prieto, para continuar celebrando ediciones, y seguir dedicándose a lo que más le gusta. La decimonovena edición del festival Cortoons Gandia empieza este viernes tras la fiesta inaugural que tuvo lugar el jueves por la tarde en el jardín de la Casa de la Cultura. La mayoría de proyecciones y talleres será en el Teatre Serrrano.  

¿Qué novedad hay este año?

-Pues yo le diría que la venta de entradas a través de una plataforma en internet, en la web oficial. Es importante, porque nos ha permitido gestionar mejor la asistencia del público, e incluso tener a más espectadores de varios puntos de España. Este año vendrán espectadores de Castelló, Murcia, Alicante, Tarragona, o Barcelona, por citar algunos. Además, en esa web no hay intermediarios y no se cobra ninguna comisión en este sentido. 

Visto en perspectiva, ¿qué ha supuesto para el festival su continuidad en la ciudad de Gandia? 

-En Roma nos dirigíamos sobre todo a los universitarios, y desde que está en Gandia, que es una ciudad muy acogedora, se ha diversificado con un público más familiar. Por resumirlo no tenemos solamente a «frikis» de la animación haciendo cola. Por ejemplo, hacemos talleres de plastilina para niños, o el Cortoons Gaming Party, una sesión de videojuegos de Play Station proyectada en la pantalla gigante del Teatre Serrano, con Dolby Surround, que es bastante espectacular. Por otra parte, también creo que ha cambiado el concepto que se tenía en Gandia, y en general en la comarca, de la animación, cuando llegué pensaban que todo era como «Peppa Pig», sólo para niños, pero esto una cosa muy seria, con mucho trabajo detrás, y la mayoría de los cortos no tiene un interés comercial. 

¿Ha adquirido prestigio el festival dentro del sector?

-Yo creo que sí, y no sólo por el volumen de cortos recibidos. Como dato, en los últimos diez años, cinco de los ganadores del Goya a mejor cortometraje de animación han ganado previamente el Cortoons, como el último director, Loop, y cuatro han sido nominados. Directores y distribuidores escogen cada vez más Cortoons, y es prácticamente el único festival en su género en la Comunitat Valenciana, es muy apreciado. Para esta edición hemos recibido más de dos mil cortos de 106 países del mundo, de los cuales entran al concurso un centenar, porque sería imposible proyectarlos todos. Hay cortos de toda Europa, América, doce países de África, e incluso de Irán.

¿En qué se basan para seleccionar los cortos que irán al festival? ¿Cuánto tiempo dura ese periodo de criba? 

-Recibimos las piezas de febrero hasta finales de agosto, y durante ese momento los vamos viendo para seleccionar. El jurado es internacional y evalúa los cortos durante el mes de septiembre. 

¿Qué premios dan?

-Otorgamos premios al mejor corto español, mejor corto de entre 1 a 4 minutos de duración, y al mejor de 4 a 20 minutos, porque el esfuerzo que requiere no es el mismo. También al mejor corto realizado por escuelas, a la mejor producción valenciana, a la mejor directora, el premio Cortoons, el premio Moll Motor a la creatividad en movimiento, y el premio Bicis Ralli al mejor guion. La mayoría de las ganadoras de Cortoons han sido mujeres, en el sector no son tantas, pero las que hay son buenísimas.  

¿Los premiados reciben alguna cantidad económica?

-No, pero yo creo que a los nueve ganadores no está mal lo que les proponemos, y es que se lo comunicamos previamente y les invitamos a venir a Gandia, pagándoles el transporte, alojamiento y dietas los días que dura el festival. Por tanto, en general, nos aseguramos de que todos ellos están de manera presencial, y por otra les permite conocer la ciudad y sus atractivos turísticos. Así ha funcionado Cortoons desde el principio. Además, les damos una estatuílla del Tio de la Porra.

¿Cree que supone alguna ventaja para el turismo o para la proyección nacional o internacional de Gandia este evento? 

-Como le decía antes tenemos espectadores de varios puntos de España, que aprovechan ese fin de semana para visitar Gandia. Y luego cada director que se presenta al festival al menos ha tenido que buscar la ciudad en el mapa, e informarse. Las primeras ediciones fueron en abril, y a raíz de la pandemia lo pasamos a octubre, una fecha que nos gusta porque es muy cultural y porque nos permite hacer una promoción previa en la Fira i Festes. 

¿Qué papel desempeñan en el festival los estudiantes del Campus de Gandia de la UPV? 

-La verdad es que fundamental, se han implicado muchísimo, tanto los alumnos como los profesores de Comunicación Audiovisual. Son una treintena. Además de ser voluntarios, este año escogerán el premio al mejor corto elaborado por escuelas. Ellos no concursan, para que no haya conflictos de intereses, pero sí los alumnos del Máster de Animación de la UPV en València. 

¿Qué temas son los están abordando los creadores en estos momentos? 

-Cuando empezó Cortoons llegaban muchos cortos divertidos, con humor, ahora no. Los temas son más nihilistas, más oscuros, con un futuro distópico. Tratan la soledad, el individualismo... También muchas cuestiones sobre medio ambiente, como la polución, o la contaminación por microplásticos. Los cortos son un espejo de la sociedad y de las preocupaciones de la juventud, porque los autores suelen ser chicos de 20 a 30 años de edad. Y hoy tienen menos temas para reír. 

¿De dónde son los autores más creativos, o los más premiados? 

-De Francia, sin duda. Además, tienen una industria cultural muy protegida por el Estado. 

¿Este tipo de cortos se pueden ver en abierto? 

-No, los creadores no suelen subirlos a internet. Hay algunos en Youtube, cuando ya están muy premiados o se han visto mucho. Pero a los directores no les interesa que una pieza así se vuelva viral, o que vaya pasando por Whats App, porque va contra los derechos de autor. Además, la gente se los podría pasar sin saber nada sobre quién es el autor. 

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