El organismo quiere recuperar el aspecto de la Goleta de hace 50 años

Costas rechaza cualquier actuación que no sea una recuperación lo más natural posible

T.Á.C. Gandia

Después de décadas de reivindicaciones por parte de la administración y la sociedad, el pasado verano salía a exposición pública el proyecto para la regeneración de la playa de la Goleta. Se trata de una obra de gran envergadura cuya intención es, ni más ni menos, que recuperar la línea litoral que tenía la costa vallera hace cinco décadas.

Esta actuación implicará la construcción de un espigón al norte de la desembocadura del Xúquer en Cullera y la prolongación del existente en el primer canal de Tavernes, el vertido de más de 850.000 metros cúbicos de arena y la regeneración dunar y estará financiada con fondos europeos, lo que obliga a un plazo máximo de ejecución fijado en 2026, ya que así lo estipulan las bases.

Hace unos meses, durante una visita a la playa de Tavernes, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, confiaba en que la obra esté finalizada en el año 2026, confiando en que a lo largo de este 2023 se adjudique la redacción del proyecto constructivo.

Durante décadas, alcaldes y concejales de Tavernes han mantenido decenas de reuniones con los representantes de Costas no solo reclamando actuaciones tanto temporales como definitivas, sino incluso llevando propuestas muy trabajadas realizadas por empresas u otros organismos. En ellas siempre se han encontrado con que los técnicos del organismo rechazan cualquier actuación que no sea una recuperación lo más natural posible, con aportaciones de arena e intervenciones mínimas como la que está prevista en el espigón.

Los responsables de Costas están convencidos de que la aportación de arena, junto al refuerzo dunar, creará por sí misma una barrera contra el oleaje que destroza la playa.

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