La matrícula escolar imprevista sorprende en Gandia y obliga a crear más aulas

Por ser una ciudad dinámica y receptora de familias que emigran de otras zonas, de España o del extranjero, al principio de cada curso escolar Gandia suele registrar un considerable número de lo que se llama «matrícula sobrevenida», es decir, aquella que no está prevista por la Administración porque queda fuera del padrón municipal de habitantes.

Este año, sin embargo, esa afluencia ha sido aún más masiva, prácticamente doblando el número del año anterior. Por distintas causas, hasta finales de esta semana las oficinas del departamento municipal de Educación, que tramita estas inscripciones, tenía anotadas casi cuatrocientas de esas matrículas sobrevenidas, de las cuales 213 era plazas de Infantil y Primaria, otras 129 para ESO y 20 para Bachillerato.

Esta circunstancia que tendrá que gestionar la Conselleria de Educación coincide con el cierre de aulas a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana, una de ellas en Gandia, de manera que las ratios en cada una de ellas tenderán a aumentar allí donde el número de alumnos y alumnas se mantenga o, como ocurre en Gandia, crezca.

Según estiman técnicos de Educación, esta inscripción en días previos al inicio del curso escolar, que arranca mañana lunes, va a obligar a crear más aulas en esta ciudad. Analizando la edad de los matriculados todo apunta a, al menos, un aula más en primero, cuarto y sexto de Primaria. «El número de alumnos que se han inscrito en estos últimos días llenarían un centro escolar completo», señala la concejala de Educación de Gandia, Esther Sapena, que pide a la Generalitat agilidad y respuesta adecuada a esta demanda de plazas escolares, más aún cuando muchas de estas personas requieren un esfuerzo extra por parte de los enseñantes porque llegan sin conocer el idioma.

Otra de las cuestiones que preocupa es que, salvo excepciones, toda esta población escolar imprevista se tiene que repartir entre los 13 centros públicos, dado que los 9 privados concertados son libres de solicitar más aulas o quedarse como están. El trámite habitual en estos casos es, primero, cubrir las vacantes en todos los colegios y, si como es previsible aún hay niños sin plaza, crear más aulas ocupando espacios libres o reservados a impartir materias complementarias. La preocupación expresada por la concejala Sapena es que todo se haga manteniendo la calidad de la enseñanza y no cause perjuicios a las familias de los centros públicos respecto de los concertados.

A lo largo de todo el curso pasado Gandia recibió 1.200 peticiones de escolarización sobrevenida, pero a este número hay que restar numerosas bajas de familias que se van de la ciudad. La población escolar fue de 10.238 personas, de las cuales 6.388 eran de Infantil y Primaria y las restantes 3.850 de ESO, incluyendo el Bachillerato.

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