Así será el primer albergue juvenil de Gandia junto a la playa
La concejala Alícia Izquierdo y el alcalde, José Manuel Prieto, presentan en Fitur el proyecto que rehabilitará las alquerías del Gall y de les Boles, en el Grau, y dotará al destino de un nuevo equipamiento turístico del que carece.

Figuración virtual del proyecto. / Levante-EMV
Josep Camacho
El alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, y la concejala de Patrimonio y Medio Ambiente, Alícia Izquierdo, presentaron este miércoles en Fitur el proyecto del primer albergue juvenil de la ciudad, que se construirá en las alquerías del Gall y de las Boles, en una parcela de 20.000 metros cuadrados, en sector de les Foies, en el Grau, muy cerca de la playa, como ya adelantó este periódico.
Con la colaboración pública y privada, será un nuevo tipo de alojamiento sostenible, con capacidad para 100 plazas, ajustado a las necesidades de los jóvenes y conectado con el entorno natural. Completará la oferta de Gandia en alojamientos en los que la naturaleza es uno de los grandes alicientes.
El anteproyecto de estudio de restauración de los edificios y la viabilidad de adecuación como alojamiento turístico ya está encargado a la Universitat Politècnica de València, con un presupuesto de más de 17.500 euros. Izquierdo y Prieto recordaron que en estas alquerías ya se han invertido más de 230.000 euros en la consolidación de sus estructuras.
«El proyecto de primer albergue juvenil de Gandia llega en un momento idóneo, en el que podemos hablar de consolidación de una oferta turística muy potente para gente joven. En este sentido, cabe destacar los festivales musicales del verano; la zona de escalada de la Penya Roja en Marxuquera; o los eventos deportivos. Gandia está viviendo una gran transformación de la ciudad, con inversiones y proyectos estratégicos, y con ella también fortaleciendo nuestro sector turístico, para ofrecer todo tipo de planes turísticos, para todo el año y por a todos los perfiles de turistas», dijo el alcalde.

Figuración virtual. / Levante-EMV

Figuración virtual. / Levante-EMV
El proyecto nace de la voluntad del municipio por crear un espacio de ocio y formación destinado a la juventud, en el que se puedan llevar a cabo actividades de tipo recreativo y educativo en un régimen de alojamiento continuado. «A este escenario se añade la posición privilegiada de estos edificios, junto a la playa, el Grau, las instalaciones portuarias y la Anella Verda, específicamente en el eje que conecta la ribera del río Serpis”, añadió Izquierdo.
El albergue juvenil
Este proyecto contempla la construcción de varios módulos de madera y materiales modernos que se integrarán de forma mimética con el entorno arbolado del albergue. Estas construcciones estarán dotadas de las más avanzadas tecnologías de sostenibilidad, a fin de reducir su huella de carbono a niveles ínfimos y proporcionar un entorno respetuoso con el medio ambiente y autosuficiente.
Dispondrán de placas solares que generarán la electricidad necesaria para mantener el conjunto de las instalaciones, así como de sistemas de aerotermia y de recirculación de aire con el objetivo de mantener unas condiciones de habitabilidad y climatización óptimas.
Estos módulos estarán realizados en gran parte con materiales locales y reciclados, favoreciendo la reducción de la huella ecológica de toda la construcción, haciendo de este complejo único en lo referente a nivel estatal en materia de edificación sostenible.

Izquierdo y Prieto durante la presentación en Fitur. / Levante-EMV
Además, el conjunto del albergue estará poblado por un extenso bosque de ribera y otros ejemplos de vegetación local, especialmente aquella que pone en contexto y valor los cultivos tradicionales, como la viña, el olivo y el almendro. En conjunto, un entorno arbóreo construido para el disfrute pero también para educar a la juventud en la importancia del medio ambiente, la agricultura y la preservación de la memoria histórica y paisajística.
Alquerías protegidas
En cuanto a los dos edificios que forman parte de este complejo, Alícia Izquierdo destacó que se trata de dos construcciones residenciales de mediados del siglo XIX en manos de la familia Martínez de Vallejo. La primera de ellas, la Alqueria del Gall, ejercía como casa principal, mientras que la segunda, la de les Boles, fue edificada por Carlos Lozano Morant, capitán de artillería emparentado con los primeros.
La finca contaba con una extensión en conjunto de 30 hanegadas, unos 25.000 m2, de los cuales la parcela actual conserva casi 20.000, hecho que abre la posibilidad de desarrollar todas las instalaciones necesarias para dotar este albergue de todos los espacios de ocio, servicio y alojamiento para la juventud.
«En conjunto, presentamos un proyecto de futuro para la ciudad de Gandia donde patrimonio, medio ambiente, educación y juventud se dan la mano en un espacio inmejorable para permitir poner en valor nuestros recursos y abrir nuestro territorio a nuevas formas de ocio y turismo sostenible», concluyó Izquierdo.
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