Potries consigue exhibir uno de los documentos que originaron la comarca de la Safor

El Ministerio de Cultura traslada a la localidad el pacto que, en 1511, firmaron Maria Enríquez y Serafí de Centelles

Aquella resolución que trajo paz y prosperidad, estuvo vigente durante casi cinco siglos y permitió extender el riego en la comarca

Una imagen del partidor de la Casa Clara de Potries, uno de los elementos de la 'Concòrdia' de 1511

Una imagen del partidor de la Casa Clara de Potries, uno de los elementos de la 'Concòrdia' de 1511 / Levante-EMV

De todos los hechos históricos que han acontecido para configurar el concepto de comarca de la Safor, probablemente el más significativo fue un acuerdo que, en el año 1511, firmaron la entonces duquesa regente de Gandia, Maria Enríquez, y el conde de Oliva, Serafí de Centelles. El pacto, llamado "Concòrdia", estipulaba nada más y nada menos que el reparto equitativo del agua del Serpis para el riego de los campos, poniendo fin a continuos conflictos sobre el uso de ese recurso tan vital. La "Concòrdia" entre las dos casas nobles, los Borja y los Centelles, se mantuvo durante cinco siglos, y todos los historiadores apuntan a que derivó en ampliación de suelo agrícola, paz y prosperidad, tanto para el condado de Oliva como para el ducado de Gandia que, sumados, hoy constituyen la mayor parte de la Safor.

Ese documento, sin duda de enorme trascendencia, está custodiado en el Archivo Histórico de la Nobleza, con sede en Toledo, pero el Ayuntamiento de Potries ha conseguido que sea trasladado a esta localidad, donde desde este sábado se expondrá públicamente para que todos los interesados lo puedan ver.

En el marco del proyecto ‘El documento en su contexto’, el Ministerio de Cultura ha accedido a trasladar ese y otros pergaminos, que permanecerán en Potries hasta el 9 de febrero, coincidiendo con la semana del 'Porrat de Sant Blai'.

La exposición, impulsada por la Subdirección General de los Archivos Estatales, representa una oportunidad única para poner en valor tanto el patrimonio documental valenciano custodiado por el Ministerio de Cultura, como el patrimonio hidráulico situado en las huertas históricas valencianas. Coincidirá con Sant Blai, una festividad tradicional de la comarca, lo que permitirá, además, relacionar los documentos con el patrimonio inmaterial de la zona.

El documento de la 'Concòrdia' que desde este sábado se exhibe en Potries.

El documento de la 'Concòrdia' que desde este sábado se exhibe en Potries. / Levante-EMV

El pergamino central de esta exposición es la ‘Concòrdia' entre Serafí de Centelles, II conde de Oliva, y María Enríquez, II duquesa regente de Gandia, para el aprovechamiento de las aguas del río Serpis. Está acompañado por otros dos documentos originales que representan sendos estudios técnicos sobre la Casa Clara de Potries.

La ‘Concòrdia’, firmada en 1511, permitía determinar la proporción del agua del río Serpis que podía usar cada municipio. Se trata de la documentación más antigua que explica el uso de casillas sobre partidores, puntos clave en la partición de las aguas del territorio valenciano. En concreto se refiere a la Casa Clara y la Casa Fosca, situadas en el término de Potries.

Las concordias: acuerdos para el reparto de agua

Según señalan historiadores del Archivo de la Nobleza de Toledo, desde la Edad Media eran frecuentes los conflictos en la gestión del agua, de forma que, en muchas ocasiones, era fundamental llegar a acuerdos para evitar los daños materiales y los elevados costes en los procesos judiciales. En este sentido, una de las fórmulas más destacadas fueron las concordias entre las partes enfrentadas. En el caso de la comarca de la Safor, el principal acuerdo entre los principales señoríos se alcanzó en el año 1511 y determinaba el uso proporcional del caudal del río Serpis para evitar la usurpación y la desviación furtiva de sus aguas.

El contenido del documento exhibido, que estuvo vigente durante casi cinco siglos, ha marcado el porvenir económico de la comarca y ha permitido ampliar su superficie total de regadío a lo largo de los años.

La innovación de la ‘Concòrdia’ fue la edificación de unos edificios sobre el segundo y tercer partidor, situadas en Potries: la Casa Clara y la Casa Fosca. Estas dos pequeñas construcciones, una con cubierta y otra sin ella, de ahí su nombre, estaban protegidas con unas rejas de hierro para impedir el paso a las personas sin autorización para la manipulación de los partidores. El 'sequier' de la ciudad de Oliva y el de Gandia custodiaban las respectivas llaves para su acceso. La protección física de los partidores mediante elementos arquitectónicos estaba acompañada de una definición por escrito de la proporción de agua que debía recibir cada parte implicada.

Para que los partidores fueran efectivos era necesario que estuvieran bien nivelados y, en este sentido, era fundamental el papel de los canteros niveladores en la Edad Media, así como de los matemáticos. De ahí la importancia de los documentos que acompañan a la ‘Concòrdia’. Se trata de los estudios técnicos realizados sobre la Casa Clara en mayo de 1688, por Juan Bautista Corachán, que defendía los intereses de Gandía; y por M. Juan Aparicio, que resguardaba los de Oliva.

El documento en su contexto

El proyecto ‘El documento en su contexto’ es un programa bianual de la Subdirección General de Archivos Estatales del Ministerio de Cultura, en cooperación con las instituciones locales y regionales, las universidades, las fundaciones y la sociedad civil vinculada a estos núcleos no urbanos, cuyo objetivo es trabajar por el patrimonio compartido. El objetivo es el acercamiento de este patrimonio documental a los núcleos no urbanos, donde nacieron o fueron custodiados durante siglos.

Con esta iniciativa, los documentos custodiados en distintos archivos estatales que, por cuestiones de conservación, no pueden ser exhibidos de forma regular, se muestran en su contexto de origen, permitiendo que la sociedad actual sea testigo de cómo se fraguó su historia, tradiciones, cultura e identidad.

De esta forma, se generan nuevos vínculos entre el patrimonio inmaterial y el documental, que permiten desarrollar procesos de memoria colectiva y ponerlos en valor, a la vez que se fomenta la cultura archivística en las comunidades.

El ‘Beato de Tábara’ (Zamora), el ‘Tratado de Tordesillas’ (Valladolid), el ‘Fuero de Puebla de Sanabria’ (Zamora), el ‘Tumbo menor de Castilla’ (Uclés, Cuenca) o el ‘Documento fundacional del Monasterio de San Salvador en Cornellana’ (Asturias) son algunos de los documentos que se han mostrado en su contexto original hasta el momento, según informa el Ministerio de Cultura.

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