Una carretera de Gandia reduce la velocidad de noche

La diputación sugiere no superar los 40 kilómetros por hora ante el riesgo de accidentes

La advertencia pasa de los caminos rurales a vías con mayor intensidad de tráfico

Las llamativas señales, especialmente visibles de noche, instaladas en la carretera de Gandia a Barx.

Las llamativas señales, especialmente visibles de noche, instaladas en la carretera de Gandia a Barx. / Levante-EMV

Las instituciones valencianas comienzan a tomar conciencia de que la plaga de jabalís que invaden espacios públicos, áreas habitadas y carreteras ya es tan incontrolable que no hay más remedio que acostumbrarse a la presencia de estos animales.

El último ejemplo lo acaba de dar la Diputación de València y resulta muy llamativo. En el tramo de la carretera de Barx que discurre por la zona de Marxuquera el departamento de Carreteras de la institución provincial ha colocado varias señalas de advertencia para que los conductores reduzcan la velocidad durante las noches.

Así, en horario nocturno, que es cuando se ha detectado una mayor presencia de cerdos salvajes que pasan de un lado al otro de la carretera, se recomienda no circular a más de 40 kilómetros por hora en un tramo en el que, mayoritariamente, el límite de velocidad está establecido en 60 kilómetros por hora. Las señales advierten «de la alta incidencia» de estos animales entre las 10 de la noche y las 6 de la madrugada y presentan un jabalí metido en el triángulo que enmarca las señales de precaución en las carreteras.

La recomendación se ha llevado a cabo mediante grandes carteles con vistosos colores fluorescentes que llaman la atención de los conductores especialmente durante la noche, momento en que, efectivamente, se produce el mayor riesgo de atropello de jabalís en esta zona. Pese a eso, el Ayuntamiento de Gandia sigue con los planes para capturar esos animales y mantiene instaladas trampas en el entorno de la carretera de Barx.

Señales en caminos rurales

Algunos municipios, como Oliva, ya habían colocado señales en caminos rurales, pero hasta ahora esa advertencia, incluyendo la petición de conducir a no más de 40 kilómetros por hora durante las noches, no se había producido en la Safor. La Administración asume que, como ocurre con la lluvia o la niebla, hay que considerar el paso de jabalís como un riesgo inevitable que obliga a una conducción más prudente.

Sí existen tramos de carreteras, como la de Oliva a Pego, la de Gandia a Villalonga o de la Ador a Villalonga, en que quienes conocen la zona saben de la alta incidencia por trasiego de cerdos salvajes, de manera que, en un constante boca a boca, los vecinos se han transmitido la información de que es necesario reducir la velocidad. Algunos establecimientos de restauración situados en esas zonas también advierten a sus clientes de ese peligro cuando salen del local después de cenar para que tengan en cuenta esa circunstancia.

Lejos de ser un problema en vías de solución, los accidentes de tráfico en los que se ven implicados estos animales van a más, y son especialmente peligrosos cuando el vehículo implicado es un ciclomotor o una motocicleta.

La situación ha derivado también en un incremento de los seguros de automóviles que incluyen la cobertura de este tipo de sucesos, dado que el jabalí es un animal no solo corpulento, sino también con tal dureza que acaba causando daños muy considerables.

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