El premio Goya más olivense
El galardón en Maquillaje por la película 'Marco' es hija de un conocido futbolista de esta ciudad de la Safor
"Fue una tarea ciertamente desafiante", señala Karmele Soler sobre su labor en la transformación del personaje

Karmele Soler, al recoger el premio Goya por el mejor maquillaje, el sábado pasado en la gala de Granada / Levante-EMV
Miquel Font
La entrega de los Premios Goya, un acto de primer nivel en el panorama cultural español que tuvo lugar el sábado pasado en Granada, también tuvo un pequeño momento de gloria para la comarca de la Safor, y más concretamente para la ciudad de Oliva.
Porque durante el transcurso de la gala, que fue uno de los acontecimientos televisivos más vistos del mes de febrero, Karmele Soler recibió el Goya 2025 al mejor maquillaje por su trabajo en la película 'Marco'. Karmele, aunque nacida en San Sebastián, es hija del reconocido futbolista profesional olivense Ernesto Soler “el Gallet” y visita la ciudad con cierta frecuencia, donde tiene a una parte de su familia. Este ha sido, además, el segundo Goya que gana Karmele Soler, puesto que también trabajó con Pedro Almódovar para su película 'La piel que habito', con la que ganó en 2012 su primer Goya en maquillaje.
Su padre, Ernesto Soler, se inició en el deporte en la UD Oliva y pasó por clubes como el Alcoyano o el Elx para posteriormente ser fichado por el Valladolid y acabar su carrera en primera división con la Real Sociedad de San Sebastián. Allí conoció a la que después fue su mujer, Amaia Bontigui, una reconocida maquilladora vasca, y se estableció en la capital donostiarra, donde nació Karmele, que recibió las enseñanzas de la madre y su amor por el arte del maquillaje.
Karmele Soler estudió estética en su ciudad natal y dos años después maquillaje profesional en Estudio 24 de Madrid con el maquillador Juan Pedro Hernández. De la mano de Alfredo Landa consiguió ser colaboradora de la maquilladora Romana González en la película de José Luis Garci 'Sesión contínua', de 1984. Más tarde se especializó en maquillaje de cine en la Societé Française de Maquillaje de París.
Sus comienzos profesionales fueron en los Estudios de Miramón de la ETB (Euskal TeleBista) donde nunca ha dejado de trabajar. A partir de ahí ha trabajado para algunos de los más grandes directores de cine de España.
En los trece años que han transcurrido entre su primer y su último Goya, Soler ha recibido nueve nominaciones, lo que resalta su estatus destacado en el ámbito del arte del maquillaje. "Fue una tarea verdaderamente desafiante porque Eduard necesitaba parecer físicamente al verdadero personaje. Trabajamos a partir de imágenes de archivo, que eran bastante limitadas, pero el reto fue inmenso, ya que Eduard, quien es un actor excepcional, necesitaba someterse a una transformación significativa para desempeñar su papel de manera efectiva", comentó Soler tras recibir su premio.

Ernesto Soler “el Gallet”, padre de Karmele / Levante-EMV
Respecto a su padre, el futbolista olivense, los aficionados veteranos del Valladolid todavía recuerdan a Gallet, un talentoso centrocampista nacido en 1930. Jugó seis temporadas en el histórico Estadio Zorrilla, cinco en primera división y una en segunda, acumulando 108 apariciones oficiales y 16 goles con los colores blanquivioletas del club. Su contribución más notable fue durante la temporada 1957-58, donde, junto a sus compañeros Tini y Matito, participó en todos los partidos oficiales: 28 en la liga y cinco en la copa, anotando un total de seis goles. Gallet, un jugador de notable habilidad técnica, se unió al Real Valladolid, procedente del Alcoyano, en la temporada 1955-56 y se trasladó a la Real Sociedad al final de la temporada 1960-61. Pasó solo una temporada en Atocha, pero decidió retirarse en San Sebastián donde vive cuando ya ha cumplido sus 94 años.
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