Gandia idea una novedosa contrata para gestionar sus áreas fluviales y forestales

El ayuntamiento licita una especie de «cheque» dotado con medio millón al año para limpiar espacios degradados y mejorar entornos naturales

El parque Parpalló-Borrell o el tramo urbano del cauce del río Serpis serán prioritarios

El cauce del Serpis, entre el Pont Vell y el de la avenida del Raval, casi cubierto por cañas que se retirarán.

El cauce del Serpis, entre el Pont Vell y el de la avenida del Raval, casi cubierto por cañas que se retirarán. / Levante-EMV

Gandia

El Ayuntamiento de Gandia dispondrá esta primavera de un sistema de trabajo que, por fin, va a permitir actuar con agilidad y eficacia en la limpieza, adecuación, mantenimiento y mejora de entornos fluviales o forestales en los que ahora esas acciones son mucho más complicadas. Entre esas actuaciones figura la retirada de cañas y otras especies invasoras que llenan ríos y barrancos, y el Serpis en eso es un buen ejemplo, o la retirada de vegetación forestal que pone en riesgo zonas habitadas en el caso de que se produzcan incendios.

Hasta ahora esos proyectos se tenían que realizar casi siempre mediante subvenciones externas, con un larguísimo trámite de por medio, pero los técnicos del departamento de Medio Ambiente, que dirige la concejala Alícia Izquierdo han cavilado durante meses para confeccionar los pliegos de un contrato de mantenimiento y conservación de parques situados en entornos no urbanos y otros espacios naturales que ahora mismo está en fase de licitación.

Según explican a este periódico, el concepto, que se aplica por primera vez en Gandia, se resume en fijar una cuantía de medio millón de euros al año, prorrogable por otras tres anualidades. Ese dinero será una especie de «cheque» al que Medio Ambiente recurrirá cada vez que se tenga que ejecutar una actuación, que incluyen desde la mejora de una senda forestal a la tala o poda de árboles o vegetación en espacios de la llamada Anella Verda de Gandia, o a la limpieza de cauces fluviales, dado que ya se dispone de la autorización de la Confederación Hidrográfica del Júcar para poder entrar en los tramos urbanos. De hecho, entre las primeras actuaciones de la nueva contrata figuran demandas ciudadanas, como la ejeccución de franjas perimetrales de seguridad en las urbanizaciones del Molló y la limpieza de cañas en algunos tramos urbanos del cauce del Serpis. En lo que respecta al río, eso también permitiría despejar un hábitat en el que proliferan jabalíes que se esconden y se reproducen.

Para elaborar el pliego de condiciones, los técnicos han tenido que confeccionar el correspondiente «listado de tarifas». Es decir, un menú en donde se resume cada una de las actuaciones que la empresa adjudicataria tendrá que llevar a cabo y el valor correspondiente a cada una de ellas.

El ayuntamiento, además, se reserva la potestad de ir fijando en el tiempo qué obras y en qué momento se llevan a cabo. Eso tiene su importancia, porque en verano no es conveniente trabajar en zonas forestales, por el riesgo de incendio, de manera que es mejor que en esa época los esfuerzos se destinen a los cauces y a zonas periurbanas ajardinadas.

Cuando llegan los meses más fríos se actuaría en repoblaciones o en la mejora y mantenimiento de espacios como el parque natural municipal Parpalló-Borrell, que abarca cerca de 500 hectáreas y que es uno de los objetivos de esta contrata. El ayuntamiento incluso podría impulsar la apertura de sendas o caminos a través de estas áreas.

Prioridad: Evitar incendios

La idea, señala la concejala Alícia Izquierdo, es combinar la planificación de las obras de mejora y mantenimiento de espacios naturales de Gandia, tanto los más cercanos a los ciudadanos que rodean el núcleo urbano y forman parte del paisaje de la ciudad, como aquellos algo más alejados y que, por una u otra razón, merecen un mayor grado de protección ambiental. Además, la contrata permitirá planificar cada una de esas actuaciones y llevar a cabo un mantenimiento continuado.

Entre las prioridades figura prevenir incendios y, en el caso de que ocurran, minimizar el riesgo hacia bienes o personas. Ahí entraría también la confección de franjas de seguridad en urbanizaciones y viviendas diseminadas, si bien en estos casos son los propios propietarios quienes tienen la obligación de hacerlo a su costa.

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