Las obras en el eje Carmelites-Jesuïtes reabren el debate de la peatonalización de Gandia
El director de Medio Natural, de Compromís, anima al PSPV a ir más allá de la «humanización» y opta por cerrar al tráfico más calles «para cumplir objetivos ambientales y de sostenibilidad»

Las obras de «humanización» la calle de les Carmelites, vistas desde Jesuïtes, que Compromís considera que deberían cerrarse al tráfico. / Levante-EMV
Compromís, el grupo político que, junto al PSPV, integra el Gobierno local de Gandia, acaba de reabrir el debate, nunca del todo cerrado, sobre el concepto de seguir avanzando enla peatonalización de calles de la ciudad, especialmente en una extensa área alrededor del centro histórico.
Lo ha hecho Daniel Muñoz, director general de Medio Natural de Gandia y uno de los dirigentes de Compromís, mediante un artículo de opinión publicado en este periódico en el que, abiertamente, solicita que se prohíba el tráfico de vehículos, excepto para los residentes y el transporte público y de servicios, en el eje vial que integran la plaza de la Duquessa Maria Enríquez y las calles de les Carmelites, dels Jesuïtes y del Duc Alfons el Vell. Es decir, entre el convento de Santa Clara y el paseo de les Germanies. En ese lugar se encuentra el ayuntamiento y varios edificios históricos, entre ellos el Palau Ducal y la Colegiata.
Todos esos viales están ahora cortados al tráfico a consecuencia de las obras de «humanización» que se están ejecutando. Por «humanización» se entiende todos los aspectos de la «peatonalización» pero permitiendo el tráfico rodado cuando los trabajos concluyan.
De hecho, el alcalde de la ciudad, José Manuel Prieto, ha respondido en varias ocasiones, sobre todo a preguntas de concejales del Partido Popular, que en el eje Carmelites-Jesuïtes se podrá circular en coche cuando acaben las obras, lo que evidencia algo conocido: la diferencia de criterio entre el PSPV, la formación que lidera el alcalde, y Compromís, el otro grupo del Gobierno local.
En su artículo, que es un clarísimo mensaje a los socialistas y al alcalde en particular, Daniel Muñoz indica que «la peatonalización total» del eje Carmelites-Jesuïtes, «constituye una medida clave para avanzar en el cumplimiento de normativas que contribuyen a la reducción de emisiones de gases contaminantes y de sostenibilidad ambiental», aspectos que, añade, son los que emanan la ley española de Cambio Climático y las directivas europeas de Movilidad Activa y Sostenible.
El intento de Daniel Muñoz de reabrir el debate de la peatonalización va en la línea de las propuestas que su partido realizó en la pasada campaña electoral. La formación política que dirige la primera teniente de alcalde, Alícia Izquierdo, planteaba medidas para restringir el tráfico en un espacio que va más allá del centro histórico y que abarcaba la trama urbana inscrita entre las avenidas de Alacant, de Vilallonga, del Raval y el eje Sant Vicent-Sant Rafael. Esas pretensiones chocan con la postura de la parte socialista del Gobierno, más partidario de mantener la «humanización» que consiste en habilitar espacios urbanos con «preferencia peatonal» y confort, si bien permitiendo el paso de vehículos, con las debidas limitaciones de velocidad y sin aparcamientos.
La «humanización» se puede apreciar de forma clara en muchas de las calles del centro, incluyendo el tramo del paseo de les Germanies que va desde el Teatre Serrano hasta el río Serpis. Si bien se trata de una vía de preferencia peatonal y uno de los escaparates de la ciudad, hay muchos momentos del día en que el tráfico discurre como en una calle normal. La existencia de numerosos comercios, entre ellos supermercados, bancos con sus cajeros automáticos o una farmacia abierta las 24 horas del día contribuyen a colmar esta zona de coches, furgonetas, motos y camiones de reparto, y, pese a la prohibición, es habitual encontrarse numerosos vehículos estacionados en las aceras. El ayuntamiento incluso mantiene abierto el acceso al párking del Centre Històric-Riu Serpis situado junto a la plaza del Tirant lo Blanc, lo que, sin duda, también contribuye a incrementar el volumen de vehículos circulantes.
Frente a ese modelo, y aprovechando la próxima finalización de las obras de peatonalización de Carmelites-Jesuïtes, Compromís, a través de Daniel Muñoz, intenta arrastrar al PSPV a un cambio de postura.
«Permitir de nuevo el tráfico rodado en esta área contraviene los objetivos de Plan de Movilidad Sostenible y supone un incumplimiento de la normativa sobre las Zonas de Bajas Emisiones, poniendo en riesgo las ayudas y subvenciones europeas vinculadas a proyectos de movilidad sostenible y transición ecológica». «No se trata solo de una cuestión urbanística o de movilidad», concluye el director de Medio Natural del Ayuntamiento de Gandia, «sino que es una elección política con visión de futuro. Es apostar por una Gandia moderna, que cumpla con los compromisos ambientales y mejore la calidad de vida de la ciudadanía».
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