Ocho pueblos de la Safor activan un plan pionero para rehabilitar y alquilar casas vacías

El Centro de Desarrollo Rural de la Safor ha detectado un 20% de vivienda vacía en Ador, Alfauir, Almiserà, Benifairó, Palma, Potries, Rafelcofer y Ròtova

Casas en fase de degradación en una calle de Palma de Gandia.

Casas en fase de degradación en una calle de Palma de Gandia. / Levante-EMV

Gandia

El Centro de Desarrollo Rural la Safor, con sede en Beniarjó, ha puesto en marcha una innovadora medida que, de surtir efecto, repercutiría en el mercado de la vivienda de municipios pequeños. En primer lugar, en el alquiler de casas que ahora están vacías. En segundo lugar, en la rehabilitación de muchos de esos inmuebles, cerrados o abandonados durante años. Y, en tercero, aportar población, especialmente jóvenes, a municipios que corren riesgo de despoblarse o de convertirse, como ya se ha detectado, en «pueblos dormitorio» con muy poca actividad social.

La idea, denominada «Custòdia Immobiliària», persigue que los propietarios de esas casas cerradas, y en muchos casos abandonadas, accedan a firmar un convenio o acuerdo con la futura Entidad de Custodia, que el CDR La Safor, en colaboración con los ayuntamientos, crearía para poner en marcha todo el plan.

De momento, en este proceso inicial la respuesta ya ha sido positiva. Los ayuntamientos de Ador, Alfauir, Almiserà, Benifairó de la Valldigna, Palma de Gandia, Potries, Rafelcofer y Ròtova están difundiendo en sus redes sociales esta iniciativa. «¿Tienes una casa vacía? ¡Tenemos la solución!», señalan los consistorios para animar a participar a sus vecinos. También participa en esa difusión el área de Desarrollo Rural y Despoblación de la Diputació de València.

Según señalan desde el CDR La Safor, si se produce un número suficiente de propietarios que se sumen al proyecto, la Entidad de Custodia que se creará firmará el acuerdo con ellos, sin que en ningún momento pierdan la propiedad. No importa si el inmueble está para rehabilitar, e incluso en ruina, porque precisamente uno de los objetivos es restaurar y rehabilitar esas casas que se degradan y afean el espacio urbano, generando a veces insalubridad o peligro de derrumbes.

La Entidad de Custodia pondría el dinero para las obras necesarias y, dependiendo de la cantidad económica a desembolsar, se establecerá el periodo en que ese inmueble quedará en régimen de alquiler. Las cuotas mensuales del inquilino financiarían la inversión y, pasado ese tiempo, el dueño recupera su casa restaurada.

Mesas en días de mercado

La fórmula se va a trasladar a los vecinos de esos ocho municipios, y el CDR La Safor montará mesas informativas en días de mercado. Dependiendo de la respuesta, insisten, se acometería la segunda fase, estableciendo una bolsa de casas vacías destinadas al alquiler, bien de forma inmediata bien después de acometer los trabajos de rehabilitación. Para esas obras la Entidad de Custodia podría acceder a las ayudas oficiales que conceden tanto la Generalitat como el Ministerio de Vivienda.

El plan está ideado para que los inquilinos sean personas jóvenes que, a su vez, contribuyan a dinamizar la actividad en esos pueblos de la Safor, algunos de los cuales han perdido población en las últimas décadas. Pero también se estudiarán fórmulas como la de compartir vivienda con personas mayores que vivan solas, lo que generaría una relación entre inquilino y propietario.

«Perseguimos una finalidad social», señalan desde el CDR La Safor. Los técnicos que están en este operativo han recorrido los municipios citados y ya han podido comprobar que alrededor del 20% de las casas están vacías y que muchas de ellas se degradan más y más cada día que pasa ante la lógica preocupación de los ayuntamientos.

No necesitar más renta o desconfiar del inquilino genera vivienda vacía

Después de cinco meses de trabajo en varios pueblos de la comarca de la Safor, desde el CDR La Safor confirman las sospechas de que existe «un bloqueo» a la hora de poder acceder a una vivienda, tanto para los propios vecinos, sobre todo jóvenes, como para personas que llegan de otro sitio. En las últimas décadas la población de los municipios pequeños de la comarca ha visto cómo el mercado laboral ha arrastrado a parte de su vecindario a concentrarse en ciudades o pueblos más grandes y cercanos a Gandia u Oliva.

Según el diagnóstico de la Oficina de Vivienda Rural, «en la Safor se encuentran pueblos-dormitorio de grandes ciudades» o, en el peor de los casos, en riesgo de despoblación, donde muchos de los antiguos vecinos aún conservan casas que sólo abren para periodos de vacaciones. No son pocos los casos en que se encuentran en situación de abandono y degradación, factor que, como apunta el estudio, tendrá claras consecuencias para el futuro del pueblo.

Algunas de las personas propietarias de viviendas cerradas han explicado a los técnicos de la Oficina de Vivienda Rural que no ponen sus casas en alquiler porque no necesitan la renta que les reportaría, pero también están los motivos de desconfianza ante posibles nuevos inquilinos, dos factores causantes del bloqueo general de este recurso en los pueblos.

Desde el CDR La Safor se han organizado actos para superar estos recelos y evitar el abandono de las viviendas. En parte, si se consigue también contribuirá a regenerar la trama urbana. Esa campaña arrancará en los pueblos que se han adherido a la interesante iniciativa, donde el CDR La Safor ha estado trabajando sobre el problema de la despoblación y la vivienda con actos de sensibilización y un servicio de asesoramiento y acompañamiento para la tramitación de ayudas para mejorar el estado de las casas.

Obviamente, en todo este proceso también se busca incrementar el número de viviendas que puedan salir al mercado de alquiler, porque, como es sabido, ese es uno de los principales problemas que afecta, especialmente, a los jóvenes.

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