La Colegiata de Gandia se cansa de los balonazos en la plaza dels Apòstols

El cabildo del primer templo gandiense critica el "incivismo" tras la rotura de un cristal

La plaza dels Apòstols, donde se sigue jugando a pelota pese a la prohibición.

La plaza dels Apòstols, donde se sigue jugando a pelota pese a la prohibición. / Levante-EMV

Gandia

El cabildo de la Colegiata de Gandia se ha cansado de los jóvenes y adolescentes que, pese a la prohibición, siguen jugando con el balón en la plaza dels Apòstols, donde se encuentra una de las fachadas del templo y también el edificio de la Abadía, en cuyos bajos se encuentra un local comercial que tiempo atrás fue la Llibreria la Seu.

Hace unos días miembros del cabildo que se encontraban en su residencia se vieron sobresaltados por unos fuertes golpes que se escuchaban en el edificio. “Pensamos que habían entrado a robar o que algún coche se había dado contra la escalera”, ha señalado uno de los sacerdotes a través de un comunicado emitido por la Colegiata en la mañana de este viernes. Sin embargo, pronto se percataron que los fuertes golpes "eran provocados por unos niños, casi adolescentes", que se encontraban jugando con un balón reglamentario de fútbol en una plaza que precisamente tiene el cartel de “prohibido jugar a pelota”. Estos fuertes golpes acabaron por romper el cristal de lo que ha sido la Llibrería la Seu.

El cristal roto en la plaza dels Apòstols.

El cristal roto en la plaza dels Apòstols. / Levante-EMV

Según señala el cabildo, la Colegiata de Gandia también ha sufrido daños "a causa de estos juegos prohibidos en ciertas zonas". "En varias ocasiones las esculturas de ángeles y diversos ornamentos de la Puerta de los Apóstoles han sido dañados por los balonazos y los juegos de los niños que se agarran a ellos para subir, siempre ante la pasividad de sus padres", señala el cabildo colegial. Los responsables del templo piden a las autoridades "más protección y concienciación ciudadana, sobre todo los fines de semana, donde hay una carencia total de protección".

Problemas con las palomas

Además, en la misma nota se llama la atención de que en los últimos meses han aumentado el número de palomas en el entorno de la Colegiata. Las obras iniciadas en la Capilla de la Asunción alejaron a un buen número de ellas que habitaban en dicho edificio, hasta entonces abandonado. Este hecho motivó que las aves se refugiaran en el Campanario durante la parada técnica de las obras de restauración, provocando la proliferación de nuevos huevos y nidos, estropeando incluso parte que ya había sido restaurada.

“Ahora con la restauración del campanario esperamos que se encuentre una solución como se ha hecho con las palomas del Centro Histórico de la capital valenciana, sobre todo en la plaza de la Virgen. Éstas han provocado mucho deterioro en el edificio colegial y lo siguen provocando, puesto que sus nuevos nidos y la palomina han taponado varios desagües, causando nuevos daños al edificio”, han añadido desde la Seu gandiense. "Esperamos una solución total a este problema, que es quizás el que más gravemente afecta al deterioro del campanario y el edificio colegial", concluye la nota.

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