El Consell promete ayudas a la Colegiata tras dejarla sin dinero en dos ocasiones

La Generalitat aún no ha abonado su parte de la obra del campanario y denegó la ayuda solicitada por el cabildo

La directora de Patrimonio, Marta Alonso, se reúne con el abad y con concejales del Partido Popular

Mar Beltrán, Marta Alonso, Ángel Saneugenio y Vicent Gregori, ante la Puerta de los Apóstoles de la Colegiata.

Mar Beltrán, Marta Alonso, Ángel Saneugenio y Vicent Gregori, ante la Puerta de los Apóstoles de la Colegiata. / Levante-EMV

Gandia

El Consell de la Generalitat Valenciana ha prometido al abad de la Colegiata de Gandia, Ángel Saneugenio, ayudas económicas y técnicas para actuar en diversas partes del templo gótico, afectado por problemas estructurales y ahora en pleno proceso de restauración del campanario.

Saneugenio se reunió el pasado sábado con la directora general de Patrimonio de la Generalitat, Marta Alonso, a la que acompañaron dos concejales del Partido Popular de Gandia, la encargada de Patrimonio, Mar Beltrán, y Vicent Gregori.

Según ha señalado el PP a través de un comunicado, el motivo del encuentro era «ver el estado de las obras» que se están ejecutando y «valorar las necesidades de restauración que presenta la Colegiata a día de hoy», pero la directora de Patrimonio sí se comprometió a facilitar más ayudas para impulsar actuaciones de mejora de ese edificio que es Bien de Interés Cultural.

La promesa de ayudas supone un cambio respecto a lo que ha pasado en los dos últimos años. De hecho, el Ayuntamiento de Gandia sigue sin recibir los 150.000 euros que la Generalitat debe pagar de la segunda anualidad para la restauración del campanario, pese a que ese fue un compromiso asumido personalmente por el presidente Carlos Mazón. Sí llegaron los 150.000 correspondientes a la anterior legislatura, cuando Ximo Puig era presidente del Consell.

Beltrán, Gregori, Alonso y Saneugenio, en el interior de la Colegiata.

Beltrán, Gregori, Alonso y Saneugenio, en el interior de la Colegiata. / Levante-EMV

Además, y como avanzó este periódico, la Generalitat también desestimó una petición de subvención realizada por la propia Colegiata debido a un error que impidió disponer de toda la documentación necesaria.

Para corregir la falta de implicación del Consell en los trabajos de restauración del templo, la directora de Patrimonio se ha comprometido ante el abad Saneugenio a contribuir en obras que, entre otros aspectos, permitan detener las humedades que sufre la estructura en la cara norte o la finalización de la restauración del campanario.

«La directora general se ha comprometido a solicitar un técnico que visite la Colegiata y proceda a redactar el correspondiente informe que diagnostique correctamente los problemas a abordar, para, posteriormente, trazar oportunas líneas de actuación», ha indicado el Partido Popular de Gandia en un comunicado a raíz de la visita al templo.

En ese encuentro también se abordaron cuestiones de financiación. «La directora general reafirmó su compromiso para dar las facilidades necesarias», indica el PP, lo que supone el compromiso de aportar dinero en un futuro.

Como encargada de Patrimonio del PP de Gandia, la concejala Mar Beltrán ha destacado «el férreo compromiso del Grupo Popular con una cuestión tan importante como es la restauración y conservación de la Insigne Colegiata de Gandia, un Bien de Interés Cultural y, en resumen, un lugar emblemático para los gandienses».

Beltrán aprovecha para denunciar la, según ella, «pasividad y falta de compromiso tanto del gobierno local y del pasado gobierno de Ximo Puig», a los que acusa de «mostrar un evidente desinterés en tomar acciones para proteger la Colegiata», pese a que es precisamente el Ayuntamiento de Gandia el que ha promovido y pagado la restauración del campanario, con una inversión de más de setecientos mil euros aportados por el consistorio, la diputación y la Generalitat en un acuerdo de la pasada legislatura, con Ximo Puig al frente del Consell.

El Gobierno local considera que la visita de Alonso es «una deslealtad»

La visita de Marta Alonso a la Colegiata de Gandia y la recepción que le brindó el abad del templo no han sentado nada bien en el Gobierno de Gandia. No porque la directora de Patrimonio de la Generalitat haya querido interesarse por ese edificio y su proceso de restauración, sino porque, como alto cargo de la Administración autonómica que es, la cortesía incluye invitar al alcalde de la ciudad y, en este caso, a la concejala de Patrimonio Histórico, Alícia Izquierdo.

En cambio, Alonso optó por acudir a la Colegiata con una delegación del Partido Popular de Gandia, entre quienes se encontraban la concejala Mar Beltrán y el concejal Vicent Gregori, quienes, para más disgusto del equipo de Gobierno de Gandia, criticaron al ayuntamiento y al anterior Consell de la Generalitat, presidido por Ximo Puig, por, según señalaron, «su pasividad y falta de compromiso» con esta iglesia gótica.

«Es un acto de deselaltad», indican responsables del Gobierno de Gandia a este periódico, molesto porque, a mayor abundamiento, las importantísimas obras que ahora mismo se están ejecutando en el campanario de la Colegiata, con una inversión superior a los 700.000 euros, están promovidas por el ayuntamiento y toda la inversión corresponde a instituciones públicas, entre ellas la Generalitat, que las autorizó cuando Ximo Puig era presidente del Consell.

Este «incidente político» distorsiona las relaciones entre el Ayuntamiento de Gandia y el Consell de la Generalitat, a pesar de que el Gobierno local de José Manuel Prieto, y especialmente él como máximo responsable, siempre se han cuidado mucho de mantener abiertas las puertas del diálogo y de exhibir un cuidadoso respeto institucional entre ambas administraciones. Así ha sido a pesar de que, en algunas de sus visitas a esta ciudad, y ante el propio alcalde socialista, el presidente Carlos Mazón no se ha reprimido para criticar abiertamente a su antecesor, Ximo Puig.

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