Las obras de Carmelites dejan a la vista la historia de la Gandia andalusí

Antes de que el rey Jaume I tomara el castillo de Bairén y, con él, el espacio donde se asienta la ciudad de Gandia, florecían aquí numerosas alquerías integradas en la València andalusí cuyo desarrollo técnico fue muy considerable, especialmente en el aspecto agrícola, lo que incluyó, como es bien sabido, la construcción de una compleja red de canales y acueductos para llevar el agua desde los ríos hasta las plantaciones y las zonas habitadas.

Una de esas acequias que discurría hacia la aún inexistente Gandia recibía el nombre de Vernissa porque nacía en el azud construido en ese río, a la altura de Palma, y cruzaba por lo que hoy son la calle Major y la de les Carmelites, que tiempo atrás se llamaba del Riu por estar junto al cauce del Serpis.

Uno de los tramos de esa acequia es la que ahora ha vuelto a ver la luz al descubrirse durante las obras de remodelación y ‘humanización’ del eje que discurre desde la plaza de la Duquessa Maria Enríquez hasta la calle dels Jesuïtes.

En la mañana de este miércoles los operarios se toparon con elementos de piedra que integraban esos márgenes de la acequia que, por la documentación anterior, se sabe que pasaba por ese lugar. Lo que ha quedado a la vista es, por así decirlo, la Gandia andalusí. Aquella que se remonta a más de ochocientos años atrás.

El Servei d’Arqueologia del Ayuntamiento de Gandia, encargado del control de esos trabajos, ha podido identificar el trazado de esa acequia que abastecía de agua, fundamental para el desarrollo de la villa, confirmando que tiene su origen en la época andalusí, porque así lo atestiguan los yacimientos islámicos del recorrido. 

De la misma manera se ha encontrado un pequeño canal de derivación y una compuerta que regulaba en curso del agua hacia el colector de pluviales que discurría bajo la actual calle de l’Hospital, también excavado hace pocos meses.

Según técnicos del Servei Municipal d’Arqueologia de Gandia, lo que se conserva son unos diez metros de esta acequia construida con grandes bloques de piedra unidos con mortero de cal y forrada en su interior con ladrillo. «Todo indica que la canalización sería descubierta», añaden los técnicos tras haber inspeccionado los restos y realizar un primer análisis.

Obviamente, todas estas estructuras han sido alteradas significativamente a lo largo de los siglos, pero los especialistas consideran que la hipótesis más firme es que se trate de esa acequia que ya está documentada por fuentes escritas desde el siglo XIII.

Ahora se va a proceder a la documentación de los restos y a su conservación para evitar alteraciones que, años atrás sí se produjeron, como se ha podido observar con las conducciones de gas ciudad que discurren por el interior de aquella antigua acequia.

Según indican la directora general de Urbanismo de Gandia, Maite Alonso, y la concejala de Patrimonio Histórico, Alícia Izquierdo, el cronograma de las obras para terminar la remodelación y ‘humanización’ de la calle de les Carmelites no se va a alterar, de manera que se confía que todo esté acabado para el próximo mes de junio.

Los restos de la acequia serán documentados, fotografiados y cubiertos con material para alertar de su presencia ante futuras actuaciones en ese mismo lugar.