La bendición del papa Francisco a una familia sufriente de Gandia

Hace siete años, el gandiense Andrés Puig de la Muela escribió un libro en el que narraba la conmovedora historia de una niña a la que, con solo 3 años, le diagnosticaron un cáncer. A partir de ese momento luchó junto a su familia y amigos para enfrentarse a los diagnósticos con una enorme entereza, pese a lo cual falleció a los 9 años de edad.

Su ejemplo de vitalidad y las sensaciones de su familia quedaron reflejadas en aquel libro, que Andrés Puig tituló "Águeda, alma de acero", y, a su vez, originó la constitución de una asociación de voluntarios que durante varios años ha impulsado desde Gandia actuaciones para recaudar fondos dirigidos a familias de niños y niñas con cáncer y a dotar de mejores infraestructuras los centros de tratamiento, entre ellos los hospitales públicos valencianos. Así, se ha conseguido que abrieran espacios adecuados para que los más pequeños puedan estar más cómodos en los hospitales y jugar con otros niños y niñas ingresados.

Alma de Acero también tuvo un papel destacado en la difusión de una campaña para dotar al hospital Francesc de Borja de Gandia de una unidad de radioterapia oncológica y, así, evitar que los afectados tengan que desplazarse a centros sanitarios de València para su tratamiento. Esa unidad está abierta desde hace unos meses.

La historia narrada en "Águeda, alma de acero" llegó a manos del papa Francisco gracias a la mediación de un sacerdote gandiense, Francisco Llorens, que en 2019 se encontraba cursando estudios en Roma. El libro, con una dedicatoria del autor, fue entregado a un miembro de la Secretaría de Estado del Vaticano que, a su vez, lo trasladó directamente al pontífice argentino.

'Moteros' solidarios

Aquel gesto no quedó en vano. Poco después sería el papa Francisco quien confirmó que había leído el libro y expresó que había quedado conmovido de aquella historia, hechos que trasladó con una misiva al autor del libro. El Santo Padre no se quedó ahí sino que, mediante el escrito, firmado en el Vaticano el 3 de mayo de 2019, pidió a Andrés Puig de la Muela que le trasladara a la familia gandiense de Águeda "toda su cercanía y aliento para que sientan siempre en sus vidas las presencia amorosa del Señor Jesús". Es más, en ese documento que ahora cobra un valor especial, suplicaba que comunicara a la familia de la niña fallecida con solo 9 años que rezaran por él "y por su servicio a la Iglesia". Francisco concluía "invocando la intercesión de la Virgen María" para impartir a la familia y a los seres queridos de Águeda su bendición apostólica.