Oliva responde a las críticas al servicio de la basura y anuncia un plan de choque

La alcaldesa reconoce «errores» en la ejecución de la contrata y avanza seis medidas, entre ellas ampliar las bocas de los contenedores o poner cámaras

Contenedores desbordados en una calle de Oliva.

Contenedores desbordados en una calle de Oliva. / Levante-EMV

Gandia

El Gobierno de Oliva anuncia un plan de choque para abordar los problemas de la gestión de los residuos sólidos urbanos, ante las numerosas críticas de vecinos, expresadas también casi a diario en las redes sociales, y de los partidos de la oposición. 

El 1 de agosto de 2023 entró en vigor la nueva contrata de limpieza viaria y recogida de la basura para un periodo de ocho años y un montante de 20 millones de euros, pero desde entonces el periodo de adaptación a la nueva situación, que ha implicado la renovación de contenedores y la flota de vehículos, y la introducción del contenedor marrón, entre otros aspectos, ha sido muy complicado. 

Llegados a este punto la alcaldesa, Yolanda Pastor, de Projecte Oliva, aunque matiza que los pliegos se aprobaron en la pasada legislatura, con PSPV-PSOE y Compromís la frente, reconoce «errores» en la ejecución del contrato, y al mismo tiempo anuncia seis medidas, algunas de las cuales ya se han empezado a implantar. 

La primera es una campaña de información para recordar los servicios municipales gratuitos de los que disponen los vecinos como el reciclaje, los ecoparques, o la recogida de trastos a domicilio. La segunda es contratar a una empresa que supervise a la adjudicataria para asegurarse así del cumplimiento estricto del trabajo, y que hará reportes semanales tanto para el Gobierno local como para la oposición. La tercera será «abrir más las bocas de los contenedores, por petición popular, no porque no cumplan la normativa al respecto, que sí lo hacen», señala Pastor.

La cuarta es convocar más reuniones vecinales para explicar la recogida «puerta a puerta» de la basura orgánica «y decidir, entre todos, dónde estamos fallando, dónde faltan o sobran contenedores, cuáles son las soluciones para cada caso». La quinta es colocar cámaras y aumentar la vigilancia en los puntos más críticos del término municipal. La sexta, si bien Pastor reconoce que le gustaría evitar, es aumentar la vigilancia policial y sancionar sin contemplaciones a los incívicos. 

Por otra parte, a principios de este año ya se decidió, con el consenso de todos los grupos políticos, dejar en suspenso el sistema según el cual los contenedores sólo podrán abrirse con unas tarjetas personalizadas o con teléfonos móviles y en unos horarios determinados, algo también contemplado en la nueva contrata. 

Pese a todas estas dificultades, los olivenses siguen reciclando y separando la basura en origen. En marzo pasado, según datos recopilados por el ayuntamiento, se redujo la aportación de la fracción resto (el contenedor gris), pasando de recoger 935.270 kg a 774.220 kg, unos 161.050 kg menos. En envases ligeros se recogió en marzo un 40 % más que en el mismo mes de 2024. En el caso del papel y cartón, el incremento fue del 20 %. La orgánica el año pasado todavía no estaba implantada y este año durante el mes de marzo hubo 74.380 kg, considerando tanto los grandes productores como la recogida en contenedores de carga lateral. 

El ayuntamiento recuerda la importancia de avisar al servicio gratuito de recogida de trastos, así como de los ecoparques, tanto los fijos como los móviles.

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