Por qué el alcalde de Gandia pide un pacto "por la decencia política"

Aunque casi nadie acude a los plenos corporativos del Ayuntamiento de Gandia, los puntos tratados ni siquiera son previamente explicados a los asistentes y muy pocos se interesan por visualizar la sesión a través de los canales oficiales, los políticos locales se están acostumbrando a enfrascarse en agrias polémicas, palabras gruesas y enfrentamientos que, en ocasiones, rozan el espectáculo y se adentran en ese ámbito de la llamada «política del ruido».

El caso más llamativo ocurrió hace un mes, cuando el grupo del Partido Popular optó por abandonar la sesión pese a que el alcalde les suplicaba que no lo hicieran. Los populares se sintieron muy ofendidos cuando el portavoz socialista, Adrián Vila, les dijo que «llevaban tatuados en la frente» los nombres de las víctimas de la dana, pero es que momentos antes había sido Víctor Soler quien acusaba al alcalde y al Partido Socialista de mantener pactos con formaciones «filoetarras», expresión que le fue vivamente recriminada por la portavoz de Compromís, Alícia Izquierdo.

En la sesión corporativa de la semana pasada el enfrentamiento era previsible especialmente por dos mociones. Una del PP que pedía reprobar a Adrián Vila justamente por aquellas palabras sobre la dana y otra del PSPV y Compromís que exigían la dimisión de Carlos Mazón por su gestión en la dana y la convocatoria de elecciones autonómicas.

En este caso el alcalde tenía guardada una carta. Cuando el ambiente comenzó a calentarse José Manuel Prieto quiso cortar por lo sano y en una reprimenda dirigida a todos los concejales, llamó a «alejarse de un ruido político que la ciudadanía no merece» y anunció que va a proponer a los grupos municipales un «pacto por la decencia y la buena política».

La propuesta del alcalde, que se va a trasladar a la próxima Junta de Portavoces, pretende alcanzar un pacto que garantice el cumplimiento de los tiempos de uso de la palabra en el pleno, que frecuentemente se supera, y evitar descalificaciones que puedan considerarse ofensivas. En los plenos de Gandia, señala Prieto, «se ha traspasado una línea que no tendríamos que haber superado y tenemos que aceptar las exigencias de una ciudadanía que espera más de nosotros cuando venimos a un pleno de la Corporación». El alcalde añade que quienes siguen estas sesiones, «merecen un mejor comportamiento de todos y que se respete más la institución».

La idea, de momento, no ha tenido una acogida positiva en el principal partido de la oposición. El portavoz del PP, respondió a la propuesta del alcalde devolviendo la pelota. «¿Primero el insulto, luego el voto en contra de unas disculpas públicas y después pactos por el decoro político? ¿Pero a quién pretenden engañar los socialistas?», se pregunta Víctor Soler, quien acusa al alcalde de generar con su propuesta «una estrategia para llenar titulares que avalan la mentira» y que «sólo esconden una falta de gestión crónica y una hipocresía intolerable».