Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Una fundación contra el cáncer para recordar a Teresa

Familiares y amigos de una vecina de Daimús fallecida hace dos años crean una entidad que se centrará en el tumor de pulmón

Teresa, con unos 50 años.

Teresa, con unos 50 años.

Josep Camacho

Gandia

El Auditorio de Daimús acogió el sábado pasado la presentación de la Fundación Teresa Castelló Piera. Se trata de una entidad sin ánimo de lucro impulsada en memoria de una vecina de Daimús que falleció en junio de 2023 a los 74 años tras las complicaciones de un cáncer de pulmón, tumor que le diagnosticaron dos años antes de su muerte. Sus familiares, especialmente su viudo, Miguel Goiría, y un grupo de amigos de Teresa, decidieron tras su muerte crear esta fundación con un doble objetivo; conseguir que esta enfermedad tenga un diagnóstico precoz y romper con el estigma social que a menudo rodea a estos enfermos, además, claro está, de recordar a Teresa

A la presentación, además de allegados de Teresa, acudieron representantes municipales, si bien el ayuntamiento no forma parte de esta entidad. El evento se cerró con una actuación del cuarteto de cámara Ascot, que escogió un repertorio acorde con el mismo. 

La Generalitat autorizó la fundación en octubre de 2024. Nació a instancias del marido de Teresa, quien decidió destinar un importante patrimonio a esta causa. El matrimonio no tuvo hijos. En el patronato figuran, entre otros, Rafael Goiría (hermano de Miguel), Joan Cebolla, Francisco Albert, Miguel Martín y Gonzalo Polidura, amigos de Teresa.

La fundación que ahora empieza a caminar reivindica, por una parte, que la sanidad pública ponga en marcha cribados para la población para detectar de manera temprana este tumor, como los que ya se hacen para el cáncer de colon. «Otros países como Reino Unido ya lo tienen, consiste en hacer una prueba parecida a un TAC de baja intensidad», comenta Joan Cebolla, y asegura que estas campañas salvarían muchas vidas porque un diagnóstico precoz tiene un alto índice de supervivencia: «Es un cáncer que no da síntomas, por lo que detectarlo a tiempo es fundamental». 

Añade Cebolla que España va muy atrasada en estos cribados precoces en poblaciones de riesgo y en campañas preventivas, especialmente entre la juventud y colectivos vulnerables. 

Presentación de la fundación el sábado en Daimús donde actuó el cuarteto de cámara Ascot.

Presentación de la fundación el sábado en Daimús donde actuó el cuarteto de cámara Ascot. / Levante-EMV

Otro propósito es «canalizar iniciativas que combinen conciencia social, prevención en salud y sensibilidad cultural, abordando una enfermedad que, a pesar de su alta incidencia, continúa rodeada de silencios y estigmas». Y es que a menudo se culpa a estos enfermos por su adicción al tabaco a lo largo de su vida, que es una de las causas, aunque no la única, de la enfermedad. «Hay que promover la empatía en la relación médico-paciente, recuperar el valor de la palabra, la escucha y el cuidado», apunta Cebolla. 

Además, la entidad quiere poner el foco en que no haya factores de género en los ensayos clínicos y en los tratamientos, «y visibilizar diferencias por sexos que hasta hoy han sido ignoradas». Por supuesto, desde la fundación también apoyarán iniciativas que fomenten la investigación, y mantienen relación con algunas entidades y sociedades científicas centradas en esta enfermedad, como la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP). 

En definitiva, una fundación creada para prevenir y dar respuesta, desde una perspectiva humana, cultural y científica, a los retos que plantea el cáncer de pulmón en nuestra sociedad. 

Defensora de la sanidad pública

Teresa Castelló Piera (Daimús, 1949-València, 2023) se graduó en Medicina en 1971, en una de las primeras promociones con mujeres de la Universitat de València. Su padre, Francisco, era constructor, y su madre, Concepción, ama de casa, ambos de Daimús. Hizo la especialidad de Pediatría en Santander, y más tarde trabajó durante 12 años en Buñol. Ejerció siempre en la sanidad pública, de la que era una firme defensora. En 1988 se casó con Miguel Goiría, comercial de artes gráficas de València. En los últimos 30 años antes de jubilarse dejó la Medicina para trabajar en la empresa familiar. Residieron en València y no tuvieron hijos. 

El matrimonio repartía las vacaciones de verano entre la playa de Daimús y Marxuquera, en Gandia. El mar la acunó, la vio crecer y le habló toda su vida. Fue una mujer lectora, melómana, feminista, empática y solidaria. Con 73 años le diagnosticaron un cáncer de pulmón y falleció a los pocos meses. Teresa está enterrada en el cementerio de Daimús.

Tracking Pixel Contents