La tristeza de Francisco Escrivà expresada en una carta a la alcaldesa de Oliva

El concejal olivense de PRO relata los motivos de su dimisión a los seis meses de acceder al ayuntamiento

"La razón es el trato inadecuado que he recibido por parte del ayuntamiento"

Francisco Escrivà Mata.

Francisco Escrivà Mata. / Levante-EMV

Gandia

Francisco Escrivà Mata, el concejal de Projecte Oliva (PRO) que tomó posesión del cargo el pasado diciembre y que el 29 de mayo pasado presentó su dimisión, dijo entonces a este periódico que adoptada esa decisión porque "no me ha gustado lo que han hecho conmigo", sin querer entrar en más detalles.

Pero ahora se sabe más de lo que sucedió porque Escrivà ha registrado su petición de dimisión mediante una carta dirigida a la alcaldesa de la ciudad y líder de PRO, Yolanda Pastor, en la que expresa, por encima de todo, su tristeza, su desconcierto y su malestar. El escrito, en realidad, más bien parece dirigido al conjunto del Gobierno local que integran los concejales de PRO y de UCIN.

En ese escrito el concejal de PRO señala que la dimisión materializada "no está motivada por razones de salud", a pesar de que el febrero se le diagnosticó una enfermedad y que está siendo tratado por ella. Es más, pese a ese tratamiento, Francisco Escrivà señala que nunca solicitó la baja, "haciendo caso omiso a los médicos", y durante este tiempo ha venido cumpliendo con sus obligaciones, "las municipales y las laborales", "desde el hospital y desde mi domicilio".

Y ahí apunta exactamente a la causa última de su enfado y su dimisión. "La razón de esta renuncia es el trato inadecuado que he recibido por parte del ayuntamiento, ya que, desde diciembre a la fecha, no se me ha hecho contrato alguno ni se me ha dado de alta en la Seguridad Social, ni he percibido salario alguno, impidiendo el desarrollo normal y legal de mis funciones como concejal". Escrivà era delegado de Mercado y Consumo, Música y Modernización de la Administración.

El ya exconcejal añade que, ante esta situación que considera anómala, acudió en varias ocasiones al ayuntamiento para hablar con la alcaldesa "y aclarar mi situación", algo que no ha conseguido. "No he sido recibido ni atendido. Es más, en más de una ocasión se me ha anulado la cita, lo cual ha agravado aún más mi desconcierto y malestar".

Por todos esos motivos, y al considerar que "no se me estaba brindando el trato institucional ni el respaldo necesario para ejercer dignamente el cargo", decidió dejar de asistir a sus funciones como concejal. "Esta inacción no fue fruto de la enfermedad, sino del abandono administrativo en el que me encontré", añade Escrivà.

El concejal de PRO dimitido remata su carta reconociendo que el mismo día de su renuncia, el jueves 29 de mayo, cuando tuvo lugar un pleno corporativo, se le informó de que no tendría retribución por dedicación parcial, en este caso 24.103 euros anuales, sino que percibiría solo las dietas por asistencia a actos y órganos colegiados del ayuntamiento. "Lo considero una falta de respeto hacia mi persona y hacia el cargo público que represento", indica Escrivà en esta misiva, reprochando que esa circunstancia le fuera comunicada "con una llamada telefónica con manos libres abierta y con más gente escuchando", lo que, concluye, supone "más agravio para mi persona".

"Por todos estos motivos presento mi dimisión con efecto inmediato, solicitando que se lleven a cabo los trámites pertinentes", acaba el texto que se entregó en la tarde del jueves pasado en el Registro Municipal.

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