Los ayuntamientos de la Safor ya permiten el acceso a la arena de las playas, pero sin baño

"Si dicen que es peligroso, tendremos que hacer caso y no entrar", señala Carmen en la playa de Bellreguard

La prohibición de entrar en el agua se mantiene a la espera de los resultados

Una mujer sale de la arena de la playa de Bellreguard, esta mañana.

Una mujer sale de la arena de la playa de Bellreguard, esta mañana. / Perales Iborra

Gandia

Mientras el socorrista de la Cruz Roja de la playa de Miramar iza la bandera roja, prohibición de entrar en el agua, Carmen, una vecina de esta localidad, sale de la arena después de ser advertida del peligro. La mujer atiende, se limpia los pies de arena y reconoce que no hay más remedio. "Si dicen que es peligroso, tendremos que hacer caso y no entrar", pero reconoce el incordio que supone no poder tomar un baño de sol, o meterse en el agua, en pleno junio.

Ella es una de las personas que, desde primera hora de esta mañana, ha tenido que tomar las precauciones obligadas que los ayuntamientos han transmitido. El vertido de esa extraña sustancia sigue en las playas del sur de la Safor, desde Gandia a Oliva, y hasta que no se conozcan los resultados conviene no meterse en el mar, por lo que pueda pasar.

La playa de Gandia, en la zona que ha estado acotada, este mediodía.

La playa de Gandia, en la zona que ha estado acotada, este mediodía. / Perales Iborra

A mediodía, sin embargo, los ayuntamientos ya han empezado a autorizar que se pueda acceder a la arena, evitando el baño. Se hace después de que se hayan recibido indicaciones de que las bolitas blancas, a modo de granos de arroz, van desapareciendo y nadie ha manifestado malestar o lesión alguna. Tampoco se han registrado nuevas oleadas de ese producto, similar a aceite solidificado, que ha obligado a tomar esta medida tan excepcional en 16 kilómetros de playas.

En Oliva y Gandia las personas ya estaban en la arena a media mañana. Nadie impedía acceder a la arena, e incluso al agua, y por eso los más atrevidos no dudaban en tomar el baño. "A mí nadie me ha dicho nada", cuenta Carlos, en la playa de Pau Pi de Oliva, quien explica que tampoco ha visto indicadores de prohibición. Una pareja de argentinos sigue la pasarela hacia el mar y también señalan que "como hay gente, supongo que no pasa nada". A las 11 de la mañana ni siquiera ondea la bandera roja y a poca distancia se ve a un grupo de jóvenes practicando deporte en la arena. Como si nada pasara.

La playa de Pau Pi de Oliva, esta mañana, con personas paseando por la arena.

La playa de Pau Pi de Oliva, esta mañana, con personas paseando por la arena. / Perales Iborra

En Gandia, el pequeño tramo de 150 metros que debería estar acotado también está lleno de gente. A las 12 las banderas rojas mandan en el arenal, junto a la escollera del puerto, pero en la explanada invadida por el sol la imagen es como la de cualquier día de verano. Incluso antes de alcanzar el tramo en el que se ven las banderas verdes ya se aprecia gran cantidad de gente en el agua.

"Nosotros no hemos notado un descenso de los clientes", señala la camarera del bar más próximo del paseo marítimo gandiense, quien dice que, pese a todo, los bañistas ya acuden en masa aunque sea un lunes o, como hoy, un martes.

Víctor, en cambio, atiende a tres clientes en el bar de la primera línea de la playa de Bellreguard y reconoce que hoy la afluencia es bajísima. "Ayer no abrimos y esta mañana a estas horas, cuando son las 10.30, debería haber muchas más mesas ocupadas". "Esperemos que esto pase pronto y volvamos a la normalidad", concluye.

El anuncio del Ayuntamiento de Miramar.

El anuncio del Ayuntamiento de Miramar. / Levante-EMV

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